Encontrarse con una trampa mortal disimuladamente colocada en mitad de un camino es un excelente ejemplo de hasta dónde llega la bajeza humana; ser atropellado y después apedreado ya es simplemente algo que escapa a la razón. Este surrealista suceso ha tenido lugar en una carretera comarcal de Cataluña, la comunidad autónoma española en boca de medio país, cuando el triatleta Roger Serrano, la víctima del incidente, entrenaba con su bicicleta junto a otros compañeros.
Al parecer, según la versión del propio afectado, la agresión se inició cuando él mismo intentó dar el alto a una furgoneta que venía de frente para evitar un posible accidente. Los viajeros que circulaban en dicho vehículo, dos personas mayores, no sólo no hicieron caso de las indicaciones del ciclista sino que arremetieron contra él logrando tirarlo de la bicicleta para después ensañarse a base de piedras, causando diversas heridas al ciclista e incluso rompiéndole el casco en uno de los impactos. La policía autonómica catalana, los Mossos d'Esquadra, fue alertada del incidente y se desplazó hasta el lugar para tomar nota de la agresión sufrida.
Lógicamente, a falta de conocer la versión de la parte contraria, no podemos hacer otra cosa que reflexionar sobre este surrealista incidente. Lo que si podemos afirmar es que agredir a una persona lanzándole piedras es un comportamiento más típico de una pelea de colegio que de personas con una edad madura, y eso sin entrar en las lesiones que dichas piedras pueden provocar. Y por supuesto, si también hubo un intento de atropello hacia un ciclista, se trata sin duda de una verdadera acción criminal que debería ser castigada con todo el peso de la ley, se tenga la edad que se tenga. Así están las cosas...
En YouTube | Roger Serrano. ATROPELLADO Y AGREDIDO
