El martes 26 de junio de 2018, la once veces campeona del mundo de ciclismo en pista así como medalla de oro en los JJ.OO. de Londres 2012 y Río 2016, Kristina Vogel, resultó herida de gravedad tras sufrir una caída mientras entrenaba en el velódromo de la ciudad alemana de Cottbus. Debido al desafortunado choque contra otro ciclista, Vogel se golpeó de forma violenta contra el suelo de la pista y fue trasladada hasta el centro hospitalario de la localidad, donde fue derivada al hospital de Berlín para ser operada de urgencia.
Desde entonces, el hermetismo entorno al estado de salud de la deportista alemana fue total por expreso deseo de la familia, aunque las declaraciones de su entrenador no hacían presagiar nada bueno: "Estamos muy preocupados por Kristina. Pinta muy mal", declaraba Detlef Uibel el mismo día del accidente. Tras ser operada, se supo que evolucionaba bien, aunque, también según palabras de Uibel: "Está estable después de la primera gran operación. Pero tiene una lesión de espalda muy grave. Nuestros pensamientos están con ella".
Más de dos meses después de su accidente, ha sido la propia Kristina Vogel la que ha explicado al medio alemán Der Spiegel las secuelas de su fatal accidente. Por desgracia, la deportista ha queda parapléjica y no volverá a caminar nunca más, cumpliéndose así el peor pronóstico posible: "Es una mierda, no puedo decirlo de otra forma. Haga lo que haga, sé que no volveré a caminar. Pero, ¿qué puedo hacer? Siempre he creído que mientras más rápido se asuma una situación, más rápido se aprende a vivir con ella".
