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Las ventajas y desventajas de los medidores de potencia para bicicletas

Los potenciómetros están muy extendidos en el ciclismo profesional. En este artículo, las ventajas e inconvenientes de los medidores de potencia.

Prácticamente todos los ciclistas profesionales hacen uso de medidores de potencia, sobre todo a la hora de entrenar, para cuantificar, controlar y dosificar en mayor o menor medida los vatios generados sobre los pedales. Disponer de los datos de potencia generada en tiempo real, así como su posterior análisis, es una de las grandes ventajas de los potenciómetros. Sin embargo, no todo es de color de rosa, existiendo también ciertos inconvenientes que vale la pena tener en cuenta.

En TodoMountainBike: Las ventajas y desventajas de los medidores de potencia para bicicletas

Ventajas de los medidores de potencia

1. Variedad de modelos: en el mercado se pueden encontrar medidores de potencia de todo tipo, tanto para bicicletas de carretera como para montaña, siendo los más extendidos los instalados en el conjunto del pedalier y, en el caso del ciclismo de carretera, en los pedales.

2. Fiabilidad de la medición: la precisión de la mayoría de medidores de potencia de fabricantes especializados es extremadamente alta, ofreciendo al usuario datos de potencia en tiempo real con un margen de error de alrededor del 2% o incluso menos.

3. Entrenamiento específico: a diferencia del entrenamiento por zonas de frecuencia cardíaca, el entrenamiento por zonas de potencia es mucho más efectivo, ya que permite fijar objetivos en base a la potencia generada sobre los pedales sin tener en cuenta otros factores que pueden variar por distintos motivos sin ser determinantes. O lo que es lo mismo, permite cuantificar el rendimiento y mejora física sobre la bicicleta de forma real, no objetiva.

4. Datos para cada pierna: además de cuantificar la potencia generada sobre los pedales en forma de vatios, muchos medidores de potencia (por ejemplo los medidores en pedales) permiten medir de forma individual la potencia real de cada pierna, ideal para detectar descompensaciones entre ambas extremidades y actuar en consecuencia.

Inconvenientes de los medidores de potencia

1. Precio muy elevado: si bien el empleo de sensores de frecuencia cardíaca ya es una posibilidad accesible para cualquiera por un módico precio, no sucede lo mismo con los medidores de potencia. Montar un potenciómetro en la bicicleta es, por el momento, una inversión importante para la mayoría de bolsillos de los aficionados al ciclismo.

2. Funcionalidad limitada: si montar un potenciómetro en una bicicleta ya es una inversión seria, hacerlo en dos o más bicicletas está fuera del alcance del aficionado. Exceptuando los medidores de potencia en pedales, el resto de medidores de potencia solo puede ser montado y aprovechado en una única bicicleta, sin posibilidad de compartir uso con otras monturas.

3. Datos difíciles de interpretar: más allá de la inversión, saber interpretar y aprovechar al 100% los datos arrojados por los medidores de potencia puede resultar demasiado complicado para muchos aficionados e incluso profesionales del ciclismo, requiriendo en muchos casos un experto en la materia para planear entrenamientos específicos o, en su defecto, de un largo tiempo de aprendizaje.

4. Compatibilidad entre estándares: la industria del ciclismo avanza a un ritmo muy rápido, con una notable diversificación de estándares entre las distintas bicicletas que se pueden encontrar en el mercado. Invertir en un medidor de potencia específico para cierto sistema de pedalier y, posteriormente, cambiar de bicicleta con otro sistema diferente al empleado anteriormente supone hacerse con un nuevo potenciómetro compatible, aumentando el gasto económico.

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