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Tratamiento de lesiones en el ciclismo: ¿Frío o calor?

Las lesiones deportivas suelen tratarse de dos maneras: aplicando frío o calor a la zona afectada. ¿Cuándo aplicar frío y cuándo aplicar calor?

Cuando sufrimos una lesión, golpe o percance con la bicicleta de montaña, cuando acabamos un entrenamiento muy intenso, cuando realizamos ejercicios de recuperación, cuando tenemos molestias musculares, articulares o ligamentosas… En multitud de ocasiones se nos presenta el dilema, ¿es mejor aplicar frío o calor?

Tratamiento de lesiones en el ciclismo: ¿Frío o calor?

Como regla general en lesiones urgentes que cursen o no con inflamación, lo más recomendable es aplicar frío varias veces al día por un tiempo máximo de 10 minutos, durante las primeras 72 horas después de ocurrir la lesión. En lesiones crónicas de origen muscular se suele aplicar calor seco o húmedo con el fin de relajar y distender la zona afectada.

¿Cuándo utilizar frío o calor en una lesión?

  • Frío: El frío aplicado menos de 10 minutos provoca una vaso-constricción superficial que limita el aumento de la inflamación. En caso de lesiones más graves podemos proceder también a la elevación del miembro afectado.
  • Calor: El calor provoca una vaso-dilatación superficial aumentando el riego sanguíneo en la zona afectada, mejorando gracias al flujo de la sangre la eliminación de residuos y sustancias algógenas (que provocan dolor).

En cualquier caso, es preferible la aplicación de frío en prácticamente todos los casos de lesión, ya que si hay dolor el frío tiene un efecto analgésico. Si el frío es aplicado en tiempos superiores a los 10 minutos provoca una vaso-dilatación profunda más eficaz que la que se obtiene con la aplicación de calor, aumentando en mayor medida y de forma más profunda sobre el tejido afectado el riego sanguíneo que favorece la eliminación de residuos en la zona.

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