El ayuntamiento de Parets del Vallés, una pequeña población del Vallés Oriental, en la provincia catalana de Barcelona, ha puesto en marcha un encomiable proyecto: un Anillo Deportivo presupuestado en 130.000 euros para fomentar el deporte y la vida saludable entre los habitantes de la localidad. ¿El problema? Como tristemente viene siendo habitual a lo largo y ancho de nuestro país, la ejecución del proyecto por parte de los responsables del ayuntamiento es un auténtico sinsentido digno de una broma con cámara oculta.
Sergi Mingote, alcalde de Parets, alpinista y amante ¿del ciclismo?, define el nuevo Anillo Deportivo como "uno de los proyectos más destacados" de su segunda legislatura. El proyecto da forma a una ruta de 9 kilómetros que conecta el barrio antiguo con el ensanche de Parets, los dos grandes núcleos urbanos de la población, incluyendo nuevos carriles bici y la mejora de los ya existentes, caminos verdes y zonas de velocidad limitada, entre otras propuestas.
"El itinerario ha sido elaborado por técnicos especialistas a partir de un detallado estudio de cada zona, y garantiza un circuito diseñado bajo los criterios de movilidad segura y sostenible que conecta espacios naturales de alto valor paisajístico", explica el alcalde de Parets en el periódico local; "la implantación de este anillo deportivo se adapta de forma óptima a cada tipo de tramo por el que transcurre".
Tras unas palabras que suenan a música celestial y un proyecto ejemplar desde un punto de vista teórico, la cruda y triste realidad ha sido reflejada por miembros de los partidos de la oposición, que no han dudado ni un segundo en colgar las fotografías de los nuevos y ridículos carriles bici de Parets del Vallés a través de las redes sociales. Asuntos políticos aparte, lo cierto es que razón no les falta.
Como podemos apreciar en las imágenes, el nuevo carril bici del Anillo Deportivo de Parets se apropia de la acera en muchos tramos de su recorrido, poniendo en peligro la convivencia entre peatones y ciclistas. Destaca también la doble direccionalidad de un carril bici que, de extremo a extremo, no es más ancho que el manillar de una bicicleta, así como los numerosos obstáculos que convierten en una peligrosa odisea hacer uso de esta ruta "diseñada bajo los criterios de movilidad segura y sostenible".
A favor del ayuntamiento cabe decir que algunos de los obstáculos del nuevo carril bici han sido señalizados indicando que está prevista su eliminación. No obstante, no está de más recordar a los responsables de este proyecto que la casa nunca se debe empezar por el tejado: si en el trazado de un carril bici hay un poste telefónico, se quita el poste y se hace el carril; nunca al revés. Por supuesto, una señalización de papel plastificado atada con bridas a un poste tampoco es un ejemplo de un "proyecto elaborado por técnicos especialistas a partir de un detallado estudio de cada zona".
El carril bici del nuevo Anillo Deportivo de Parets del Vallés comparte muchas similitudes con el carril bici de la Avenida de Sinforiano Madroñero de Badajoz, denunciado en su día por un trabajador de la Junta de Extremadura. Aceras simplemente pintadas (con pintura plástica, altamente resbaladiza), obstáculos en mitad del carril y un equipo de expertos que parece haber estudiado en el mismo centro que los de la población catalana... ¿Quizá en la BrotherInLaw High School for Spanish Politicians?
