Equipamiento

Llevar tres capas en nuestro vestuario ciclista de invierno, ¿Sí o No?

La teoría de las capas en el vestuario de un ciclista. Consejos para vestirse correctamente a la hora de rodar en invierno, o en verano.

Con el típico descenso de la temperatura tan propio de los meses otoñales e invernales, llega el momento de abrir el armario de nuestras prendas ciclistas para desempolvar chaquetas y conjuntos largos. A estas equipaciones de abrigo se suman otros accesorios especialmente diseñados para combatir el frío sobre la bicicleta, tales como manguitos, perneras o camisetas interiores. La pregunta es, ¿cuántas capas son recomendables para no pasar frío o, en la otra cara de la moneda, calor?

Llevar tres capas en nuestro vestuario ciclista de invierno, ¿Sí o No?

La primera capa en el vestuario ciclista

¿Es necesario llevar una camiseta interior o basta con maillot más chaqueta? ¿Es preferible hacer uso de las tres capas? Estas dos preguntas tienen diferentes respuestas, en función del tipo de prendas a las que nos refiramos. En la actualidad, la ropa técnica para ciclistas ha experimentado un enorme avance, apareciendo en el mercado multitud de tejidos desarrollados para favorecer la transpiración y, de este modo, evitar que el sudor del ciclista se convierta en un problema añadido a la hora de rodar.

La función de una primera capa, más allá de proporcionar calor, es la de precisamente favorecer la termorregulación corporal. El cuerpo humano funciona a una temperatura corporal de 37.5°C. Cuando realizamos cualquier tipo de actividad cardiovascular más o menos intensa, la temperatura interna del cuerpo aumenta y el organismo, en un intento de reducir ese exceso de calor, prioriza el gasto metabólico sobre la producción de energía para los músculos.

El vapor del sudor que es expulsado a través de la piel durante la actividad física es el encargado de refrigerar el cuerpo, y resulta de especial importancia hacer uso de tejidos técnicos que tengan la capacidad de controlar dicha humedad para evitar que nuestro propio sudor cree un microclima húmedo, molesto y pegajoso bajo la ropa que, ya sea en invierno o en verano, nos causará malas sensaciones e incluso una reducción del rendimiento físico a causa de una incorrecta termorregulación corporal.

Aquí es donde entran en juego las prendas técnicas, con especial énfasis en las camisetas interiores y los maillots de corte anatómico o, para entendernos mejor, una primera capa muy ceñida al cuerpo. La popular teoría de las tres capas (camiseta interior+camiseta intermedia+chaqueta) es útil en muchos deportes, aunque en el ciclismo, donde puedes sudar mucho a la hora de ascender y un rato después pasar frío en un descenso prolongado a gran velocidad, no es del todo aplicable.

La mejor opción pasa por hacer uso de dos combinaciones de prendas, sobre todo en los meses invernales. En climas de frío extremo, una primera capa técnica completamente ceñida al cuerpo, un maillot de calidad y una chaqueta con tejido térmico y paneles transpirables puede ser la mejor opción, pero como norma general y salvo temperaturas muy bajas, bastará con hacer uso de una primera capa (camiseta interior técnica, nunca de algodón, o un maillot técnico) y una chaqueta con tejido térmico y paneles transpirables para rodar cómodos sobre la bicicleta.

Ahora en portada

Más en Equipamiento