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Nutrición: Las diferencias nutricionales entre un plátano verde y un plátano maduro

El plátano es el alimento estrella del mundo del deporte: un repaso a las diferencias nutricionales entre un plátano verde y un plátano maduro.

El plátano es uno de los alimentos más utilizados en el deporte y es consumido frecuentemente por deportistas de cualquier modalidad, ya que ayuda a recuperar energía de forma fácil y rápida. Sin embargo, en el extenso, variado y en ocasiones complicado mundo de la alimentación, resulta curioso observar que los nutrientes que dan forma a los alimentos se comportan de distinta manera según sea su estado de maduración. En el caso del plátano, existe una notable diferencia entre consumir un plátano maduro o un plátano verde, ya que cada uno de ellos provoca un efecto diferente en nuestro organismo a la hora de reponer fuerzas para nuestros entrenamientos en bicicleta.

Nutrición: Las diferencias nutricionales entre un plátano verde y un plátano maduro

Las diferencias entre un plátano maduro y un plátano verde

A la hora de reponer energías, el plátano es el alimento estrella entre la gran mayoría de deportistas. Sin embargo, el grado de madurez de un plátano afecta directamente a sus características nutricionales, no siendo lo mismo consumir un plátano más maduro que un plátano más verde. Por ello, resulta muy interesante conocer qué tipo de plátano debemos consumir para conseguir reponer energías de la forma más apropiada según nuestras necesidades.

Un plátano verde aporta a nuestro organismo una cantidad determinada de hidratos de carbono compuestos aproximadamente en un 80% por almidón y un 7% de sacarosa. El almidón es un polisacárido de moléculas de glucosa que liberará energía más lentamente a nuestro torrente sanguíneo en comparación con un plátano más maduro. Por ello, un plátano verde puede resultar ideal para obtener un aporte constante de energía previo a un entrenamiento físico, y resulta especialmente indicado para consumir antes de iniciar nuestros duros entrenamientos en bicicleta.

En cambio, un plátano más maduro aporta a nuestro organismo una cantidad determinada de hidratos de carbono compuestos principalmente por un 90% de sacarosa y por un 5% de almidón. La sacarosa está formada por una molécula de glucosa y otra de fructosa y resulta fácilmente asimilable por nuestro organismo, que absorbe estos nutrientes muy rápidamente. Por ello, un plátano maduro puede resultar ideal a la hora de obtener energía de forma rápida, por ejemplo durante un entrenamiento intenso o nada más finalizar el mismo, ya que produce un mayor impacto en la glucemia y respuesta de la insulina de nuestro cuerpo.

Visto lo anterior, podremos decidir qué tipo de plátano es el más adecuado para nuestras necesidades. Si necesitamos energía rápida para reponer fuerzas durante o después de un entrenamiento elegiremos un plátano maduro, mientras que si queremos mantener la energía a tope durante nuestros entrenamientos optaremos por consumir un plátano más verde antes de iniciar la actividad física. De una manera o de otra, conseguiremos mejorar nuestro rendimiento sobre la bicicleta y, dicho sea de paso, aprovechar mejor los alimentos que consumimos.

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