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Bicicletas Fixies o de piñón fijo. ¿Qué son y para qué sirven?

Las bicicletas Fixies o Fixed Gears, en inglés, son bicicletas de engranaje o piñón fijo. Ésto quiere decir que la rueda trasera y los...

Las bicicletas Fixies o Fixed Gears, en inglés, son bicicletas de engranaje o piñón fijo. Ésto quiere decir que la rueda trasera y los pedales de la bicicleta están directamente conectados mediante un único piñón anclado en la rueda trasera, y en pocas palabras significa que cuando las ruedas de una Fixie están en movimiento, las piernas del ciclista también se mueven. Pero, ¿para qué usar una bicicleta de este tipo? ¿Qué ventajas tienen? En seguida lo veremos.

Bicicletas Fixies o de piñón fijo. ¿Qué son y para qué sirven?

El tipo más simple y antiguo de bicicleta es, sin duda alguna, la bicicleta de piñón fijo o Fixie. Estas bicicletas tienen una sola velocidad sin un piñón libre, por lo que siempre que las ruedas están en movimiento los pedales también lo están. Se podría decir que es la esencia misma del ciclismo, y muchos ciclistas entusiastas las eligen para rodar durante una buena parte de su tiempo debido a esa conexión casi mística que se genera entre bicicleta y ciclista.

Las Fixies, para divertirse

Montar por primera vez en una Fixie requiere un poco de práctica. La mayoría de personas que prueban una bicicleta de este tipo por primera vez quedan desconcertados cuando comprueban que no pueden rodar en punto muerto, ya que la bicicleta no lo permite y requiere que mantengamos siempre las piernas en movimiento. Aunque con unos días de pedaleo sobre una Fixie para quitarnos el hábito de rodar en punto muerto, conseguiremos gozar al máximo de sus ventajas.

Bicicletas Fixies o de piñón fijo. ¿Qué son y para qué sirven?

Y sus ventajas no son otras que la de disfrutar una nueva forma de practicar ciclismo. Cuando montamos una Fixie, conseguimos una conexión total entre el movimiento de la bicicleta y nuestras piernas, con una pureza y simplicidad que sorprenden desde el primer momento. Si queremos ir hacia delante pedalearemos hacia delante, si queremos ir hacia atrás pedalearemos hacia atrás, si queremos ir más rápido pedalearemos más rápido y si queremos frenar, pedalearemos conscientemente más lentos. ¿Hay algo más simple y puro que eso?

Las Fixies, para mejorar el rendimiento

Las bicicletas Fixies son una opción excelente para mejorar nuestro rendimiento sobre la bicicleta. A la hora de subir pendientes, no tenemos que preocuparnos por el tipo de desarrollo o las velocidades de la bicicleta, ya que simplemente no existen. No queda otra que levantarte del sillín y pedalear duro, aunque la pendiente sea excesiva y echemos de menos ese plato pequeño que tantas veces nos ha ayudado.

Con una Mountain Bike es inevitable rodar con un desarrollo que nos permita subir una cuesta más o menos cómodamente, o al menos es muy fácil ceder a la tentación de buscar un desarrollo más cómodo. Con una Fixie, esta tentación desaparece y tendremos que empujar con fuerza los pedales si queremos coronar la cima. Y este gesto, chicos/as, mejorará nuestro rendimiento de manera brutal.

Las Fixies, para recuperar nuestras piernas

Rodar con una Fixie es sinónimo de mover continuamente nuestras piernas. La gran mayoría de ciclistas, y no digo todos por vergüenza, hacemos uso del punto muerto para recuperarnos sobre la marcha. Montar en una Fixie romperá este hábito tan común y a su vez poco beneficioso, ya que rodar en punto muerto permite a los músculos de nuestras piernas ponerse rígidos y además rompe el ritmo de pedaleo.

Cuando rodemos por una pendiente descendente con una Fixie nuestras piernas mantendrán una cadencia más alta de pedaleo que con una bicicleta normal, y ésto mejorará la flexibilidad de nuestros músculos. Además, rodar con una Fixie por una ruta sencilla ayudará a nuestras piernas a recuperarse tras competiciones, entrenamientos intensos o lesiones que hayamos podido tener, favoreciendo la circulación y la flexibilidad de las fibras musculares.

Las Fixies, para aprender a sentir el camino

Las bicicletas Fixies son las que producen las sensaciones más puras sobre las dos ruedas. Tenemos que olvidarnos de suspensiones y transmisiones, y sentir directamente el camino bajo nuestros pies. Rodar con una Fixie nos permite sentir directamente la tracción de la rueda trasera y el movimiento de la bicicleta, y aprenderemos a pedalear más eficazmente en condiciones lluviosas, heladas o con mucho barro.

Bicicletas Fixies o de piñón fijo. ¿Qué son y para qué sirven?

Además, gracias a esta sensación tan directa de tracción, con una Fixie aprenderemos a dosificar y medir correctamente la fuerza que apliquemos sobre los pedales y el freno delantero de la bicicleta. Y puesto que no disfrutaremos de ningún tipo de suspensión que absorba los baches del camino, aprenderemos a colocarnos eficientemente sobre el sillín y a controlar mejor la dirección de la bicicleta.

Las Fixies, la máxima eficiencia de una bicicleta

No está de más destacar que las bicicletas Fixies son mucho más ligeras que una bicicleta normal de montaña. La ausencia de transmisiones multivelocidad, horquillas de suspensión, palancas de cambios y freno trasero (e incluso el delantero en según que Fixie), permiten obtener un peso mucho menor en el conjunto de la bicicleta.

Las Fixies también tienen la cadena más corta y perfectamente recta, lo que unido a la ausencia de poleas desviadoras, proporciona una mejora en la eficacia de transmisión que se siente muy claramente durante el pedaleo. La experiencia de rodar con una Fixie es completamente diferente, y es muy recomendable probar una de ellas para conocer realmente lo que nuestras piernas son capaces de hacer.

Una Fixie y una Mountain Bike, la combinación perfecta

Por último aclarar que no se trata de decir que una Fixie es mejor que una Mountain Bike. Las bicicletas de montaña están diseñadas para rodar por la montaña, y su eficiencia sobre el monte sobrepasa a la de cualquier Fixie de largo. Lo ideal es disfrutar de los beneficios que nos puede aportar una bicicleta Fixie, para luego disfrutar de ellos en nuestra querida Mountain Bike que tantos kilómetros nos acompaña.

Podemos usar una Fixie para entrenamientos ligeros, para aprender a rodar de una manera diferente, o para forzar nuestras piernas desde otro tipo de entrenamiento diferente. La podemos usar para divertirnos y aprender a pedalear de manera más eficiente, y también podemos desacostumbrarnos a frenar en exceso o a confiar demasiado en las suspensiones de nuestra otra bicicleta.

Y es que una vez que consigamos rodar plenamente con una Fixie, no os quepa duda de que con vuestra Mountain Bike seréis verdaderas máquinas de subir paredes y bajar abismos. Ahí queda eso...

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