Mondraker ha presentado oficialmente la nueva Arid Alloy, un modelo fabricado en aluminio que conserva el ADN de la versión de carbono, pero ajustado a un precio más competitivo. Esta nueva bicicleta se convierte en la tercera integrante de la gama gravel de la marca, junto con la Arid Carbon y la e-Gravel Dusty, completando así una familia pensada para abarcar todos los perfiles de ciclistas que buscan disfrutar de la disciplina en cualquier entorno.

Una bici de gravel moderna y versátil de precio ajustado
El cuadro de la Arid Alloy está construido en aluminio 6061 hidroformado bajo la tecnología Stealth Alloy EVO, lo que garantiza una estructura robusta, ligera y visualmente cuidada. Se mantiene la distintiva geometría de la Arid Carbon, incluyendo el característico hueco en la unión de los tirantes con el tubo del sillín, y se incorporan soldaduras tipo Smooth para reducir tensiones y mejorar tanto la estética como el confort en marcha.

La bicicleta mantiene una geometría Forward Geometry, con un ángulo de dirección abierto de 70 grados y un reach prolongado que, combinado con potencias cortas, busca ofrecer estabilidad y precisión en tramos técnicos. Mondraker refuerza su apuesta por una experiencia personalizada con cinco tallas disponibles (de la S a la XL), adaptando manillares y potencias a cada una para lograr un ajuste ergonómico óptimo.

El cableado es completamente interno (HHG), lo que contribuye a una estética limpia y a una menor exposición a elementos externos. Además, el eje de pedalier adopta el estándar roscado BBT47, reconocido por su fiabilidad y facilidad de mantenimiento. La bicicleta admite transmisiones monoplato (1X) y neumáticos de hasta 50 mm de anchura, una cifra que subraya su enfoque polivalente. También incluye hasta seis puntos de anclaje para bidones y accesorios, una ventaja significativa para aventuras de larga distancia o bikepacking.

Mondraker ofrece la Arid Alloy en dos montajes diferenciados que comparten cuadro, horquilla y componentes clave como ruedas y neumáticos. El modelo Arid R, con un precio de 2.799€, incorpora el grupo SRAM Apex AXS de 12 velocidades, con transmisión inalámbrica y una configuración con plato 40T y cassette 11-44T que prioriza la simplicidad y eficiencia del sistema electrónico. El montaje incluye frenos SRAM Apex con discos de 160 mm, ruedas Mavic Allroad y neumáticos Maxxis Reaver 700x45c con protección EXO.

La versión Arid S, por 2.399€, se apoya en el grupo Shimano GRX RX-610 mecánico, también con 12 velocidades y un plato 40T combinado con un cassette 10-45T. En este caso, los frenos son Shimano RX-400 con discos Ice Tech, también de 160 mm. Ambas versiones montan componentes ONOFF (tija, potencia y manillar) y el sillín Fizik Vento Argo X5, compartiendo así gran parte del conjunto para garantizar el mismo rendimiento de base con diferencias centradas en la transmisión.

Con esta propuesta, Mondraker responde a la creciente demanda de bicicletas gravel con enfoque deportivo, sin renunciar a la comodidad ni a la posibilidad de explorar terrenos variados. La Arid Alloy se sitúa como una alternativa más democrática para ciclistas que valoran una geometría moderna, tecnología bien implementada y un precio ajustado a las exigencias del segmento.