Con el cierre de la temporada de carretera, la atención del ciclismo se desplaza hacia el barro, el frío y la técnica del ciclocross. En pocas semanas comenzará la Copa del Mundo de CX 2025-26, un campeonato que mantiene su estructura compacta y plenamente europea, con doce pruebas entre noviembre y enero. Entre ellas destaca la de Benidorm, consolidada como una de las más esperadas del calendario y prevista para el 18 de enero de 2026.

El calendario internacional de CX contará con 12 pruebas europeas
La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha optado por conservar el formato estrenado en la pasada edición: un calendario concentrado en dos meses que facilita el seguimiento de los aficionados y evita los largos desplazamientos intercontinentales. Así, las carreras se disputarán exclusivamente en Europa, con una notable presencia de sedes belgas y el regreso de algunas pruebas históricas.
La competición arrancará el 23 de noviembre en Tabor (República Checa), una cita emblemática en la historia del ciclocross. Desde allí, el pelotón viajará a Francia para disputar la nueva prueba de Flamaville y posteriormente a Italia, donde Cabras acogerá la tercera ronda tras su suspensión el año pasado por condiciones meteorológicas adversas.
El tramo central de la temporada se desarrollará en Bélgica, epicentro de esta modalidad, con carreras en Namur, Amberes, Gavere, Dendermonde, Zonhoven y Maasmechelen. El 21 de diciembre figura todavía como fecha pendiente, previsiblemente reservada para Hulst (Países Bajos), aunque esta localidad podría acoger finalmente el Campeonato del Mundo, lo que obligaría a la UCI a sustituirla en el calendario.
La cita de Benidorm, penúltima del calendario, se ha convertido en un fenómeno deportivo y social. Con más de 16.000 asistentes en sus tres ediciones previas, la prueba alicantina ha demostrado que el ciclocross puede triunfar bajo el sol del Mediterráneo. Su circuito, rápido y técnico, ofrece un espectáculo único que combina playa, montaña y ambiente festivo.
La temporada concluirá el 25 de enero en Hoogergeide (Países Bajos), una sede habitual que servirá como antesala del Mundial. La continuidad del formato compacto y la concentración de fechas suponen una apuesta clara por la eficiencia y la visibilidad mediática, factores clave para mantener el crecimiento del ciclocross en la escena internacional.