La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha presentado oficialmente el recorrido de las pruebas en ruta para el Mundial de Ciclismo 2027, confirmando que se disputarán en la localidad francesa de Sallanches, situada en el departamento de Alta Saboya. Este circuito promete ser uno de los más exigentes jamás vistos en una competición internacional, con un total de 266 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de 5.700 metros.

El Mundial de carretera más duro de la historia
Del 24 de agosto al 5 de septiembre de 2027, Alta Saboya será el epicentro del ciclismo mundial, albergando la segunda edición del Súper Campeonato del Mundo de la UCI, un evento que reúne múltiples disciplinas ciclistas en un solo encuentro. La región francesa espera recibir cerca de 10.000 deportistas provenientes de más de 130 países, quienes competirán por 281 títulos mundiales distribuidos en 20 disciplinas y 12 sedes diferentes.
Sallanches ya tiene experiencia en grandes citas ciclistas, habiendo sido la sede del Mundial en los años 1964 y 1980. Precisamente, la edición de 1980 es recordada por muchos como una de las más duras debido a las extremas condiciones meteorológicas y al exigente recorrido. En aquella ocasión, Bernard Hinault conquistó la victoria, mientras que el español Juan Fernández logró la medalla de bronce.

El circuito elegido para la edición de 2027 presenta características de alta montaña, destacando especialmente la Côte de Domancy, una ascensión corta pero extremadamente dura. Con 2,5 kilómetros al 9,4% de pendiente media y tramos que alcanzan el 16%, esta subida fue decisiva en la contrarreloj individual del Tour de Francia de 2023, en la que Jonas Vingegaard consiguió ampliar notablemente su ventaja frente a Tadej Pogacar, encaminándose así hacia la victoria final.
Para la carrera élite masculina, los corredores deberán completar 20 vueltas a este exigente circuito de 13,3 kilómetros, sumando así los 266 kilómetros totales y acumulando un desnivel considerable de 5.700 metros. Este planteamiento favorece claramente a ciclistas especializados en montaña y resistencia, quienes tendrán que prepararse a conciencia para enfrentar una prueba que promete ser histórica tanto por su dureza física como por la exigencia técnica del recorrido.
La UCI ha destacado en su anuncio la importancia de que todas las categorías compitan en el mismo circuito, variando únicamente el número de vueltas según la exigencia de cada una. Con esta estrategia, la organización busca recuperar la esencia tradicional del ciclismo, favoreciendo una experiencia atractiva para el público y aumentando la asistencia de espectadores en cada jornada.