La tercera jornada de competición de la Garmin Titan Desert 2019 se convirtió en una etapa neutralizada tras la muerte de un participante el día anterior debido a un fallo cardíaco. Fernando Civera, de 46 años de edad, cayó desfallecido en mitad del desierto y, aunque tuvo tiempo de solicitar ayuda médica, los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvar su vida. El ciclista murió bajo un sol abrasador en una solitaria zona de dunas.
Como es de suponer, el día siguiente a la muerte de Civera fue una jornada de reflexión, de silencio y de intentar buscar explicación al primer fallecimiento de un participante en los 14 años de historia de la famosa prueba por etapas. ¿Falta de preparación? ¿Mala organización? ¿Simple y pura mala suerte? Este fue el tema central de conversación del más de medio millar de ciclistas que afrontan en el desierto marroquí una de las pruebas de MTB más exigentes del planeta.
Entre las opiniones de los participantes de la Garmin Titan Desert 2019, la de Josep Betalú, vencedor de las tres últimas ediciones, fue probablemente la más crítica y a su vez una de las más contundentes: "Hay demasiada gente mal preparada. He visto a muchos que están pasados de peso. O fumando antes de la salida y después de la llegada a meta. Son cosas que, como deportista, no entiendo", explicó Betalú a los medios.
Según Betalú, la Titan Desert está bien organizada y sus responsables no tienen la culpa de lo sucedido: "Hay inconsciencia entre algunos que no saben dónde está el límite. Sospecho que todos deberíamos tomar conciencia de cuáles son los síntomas de la deshidratación y qué puede pasar. Esta es una carrera bien montada. Los organizadores no tienen la culpa de nada. A muchos, estas pruebas de ir al límite se les están yendo de las manos".
