Aunque la normativa española exige llevar timbre en la bicicleta, muchos ciclistas optan por prescindir de él por motivos estéticos. Rockbros ha decidido cambiar esa percepción con un modelo que combina diseño minimalista, materiales resistentes y un sonido potente. Su mini timbre de aleación de aluminio demuestra que la seguridad y el estilo pueden ir de la mano.
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Un accesorio obligatorio mucho más vistoso que los clásicos
Con un peso de solo 24 gramos, este timbre pasa prácticamente desapercibido en el manillar. Sin embargo, su pequeño tamaño no compromete la potencia: alcanza los 100 decibelios, suficientes para alertar a peatones, otros ciclistas y vehículos incluso en entornos urbanos ruidosos. Su tono claro y penetrante garantiza que el aviso sea efectivo sin resultar molesto.
Fabricado en aleación de aluminio con paleta de acero inoxidable, el timbre resiste el uso intensivo y las inclemencias meteorológicas. Es completamente a prueba de agua, por lo que mantiene su eficacia incluso en días de lluvia o rutas embarradas. El sistema de sujeción se adapta a manillares de 22,2 mm de diámetro, lo que lo hace compatible con la mayoría de bicicletas de montaña, gravel, urbanas o plegables, e incluso con patinetes.
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Disponible en tres colores (rojo, negro y titanio), el modelo de Rockbros aporta un toque elegante al manillar sin romper la estética de la bici. Por un precio de 11,30 € en la tienda oficial de la marca en Amazon, se presenta como una alternativa práctica y atractiva frente a los timbres tradicionales, muchas veces grandes o de aspecto anticuado.