Shokz, el fabricante especializado en auriculares con tecnología de conducción ósea, presenta en sociedad la versión en tamaño mini de su modelo más avanzado: los OpenRun Pro. Con una diadema 21 mm más corta que la de los OpenrRun Pro, los OpenRun Pro Mini ofrecen un ajuste más estable y seguro para aquellos usuarios con la cabeza más pequeña o estrecha.
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Con la misma tecnología que los auriculares OpenRun Pro (versión estándar), los OpenRun Pro Mini solo se diferencian de sus hermanos mayores en el tamaño. Están fabricados en titanio e incluyen la novena generación de la tecnología de conducción ósea del fabricante, además de una construcción con grado de protección IP55 y una autonomía de hasta 10 horas de uso.
¿Por qué un tamaño más pequeño? Según explica la marca, al ponerse los auriculares queda un espacio entre la nuca y la diadema que rodea la cabeza. Si la diadema es demasiado grande, puede moverse un poco durante ejercicios intensos o entrenamientos de resistencia. En este caso, los OpenRun Mini suponen un punto de inflexión y permiten practicar deportes con la máxima comodidad.
Por otro lado, un tamaño más pequeño también implica una diferencia en cuanto al peso (28 gramos). Al tener una estructura más ligera, los OpenRun Pro Mini producen menos tensión en la zona de las orejas y ofrecen una agradable sensación de ingravidez. En resumen, resultan más estables, cómodos y ligeros si se tiene la cabeza estrecha o pequeña.
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Tanto los OpenRun Pro como su versión Mini son los auriculares de conducción ósea más avanzados de Shokz. Se pueden encontrar en los puntos de venta habituales y en plataformas como Amazon con un precio recomendado de 189,95€ por unidad y dos colores a elegir, negro o beige.
