Llega el verano y, de forma inevitable como cada año, la proliferación de trampas para ciclistas en los senderos de media España. Las últimas en aparecer fueron denunciadas durante el último fin de semana de junio por un grupo de ciclistas de montaña cuando, durante el transcurso de una ruta por las inmediaciones del municipio catalán de Sant Martí Sarroca, en la comarca de l'Alt Penedès (Barcelona), comenzaron a sufrir pinchazos en las ruedas hasta que localizaron, hábilmente camufladas, nada menos que siete trampas de puntiagudos clavos sobresaliendo del suelo.
Según explica Joan Anton, uno de los ciclistas afectados, al diario La Vanguardia: "Primero pinchó la rueda de un compañero. Creíamos que había sido una rama o una raíz, pero 50 metros más allá nos encontramos el segundo punto con otros siete clavos en fila. Estaban puestos a conciencia para las bicicletas. No obstante, por aquí también pasean corredores y familias de excursión. Eso es lo que nos hace sufrir después de todo".
En total, los ciclistas localizaron hasta siete puntos con clavos semienterrados en un sendero muy popular entre los deportistas de la zona. La presencia de estas trampas fueron denunciadas a los Mossos d'Esquadra, con los Agentes Rurales desplazados poco después hasta la zona para retirar los peligrosos clavos e investigar los hechos.
