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Las consecuencias sobre nuestro rendimiento físico de una hidratación insuficiente

La mayoría de los que practicamos ciclismo de montaña o carretera ya conocemos la importancia de una correcta hidratación durante el...

La mayoría de los que practicamos ciclismo de montaña o carretera ya conocemos la importancia de una correcta hidratación durante el ejercicio físico, pero con la inminente llegada del verano este asunto toma especial importancia debido al aumento de la temperatura ambiental y con ello, una mayor pérdida de líquidos debido a la sudoración y un aumento del riesgo de sufrir alguna consecuencia no deseada de una mala hidratación durante nuestros entrenamientos en bicicleta.

Las consecuencias sobre nuestro rendimiento físico de una hidratación insuficiente

Los efectos de una incorrecta hidratación

Beber pocos líquidos antes, durante y después de practicar ejercicio físico no es nada recomendable. Del mismo modo, una hidratación insuficiente en nuestra dieta habitual provoca que nuestro rendimiento durante los entrenamientos en bicicleta se vean afectados de la siguiente forma:

  • Si perdemos un 2% del agua corporal nos sentiremos fatigados y nuestro rendimiento comenzará a disminuir.
  • Si no compensamos la pérdida de líquidos y el porcentaje perdido asciende al 3%, nuestra capacidad de contracción muscular se reduce entre un 20% y un 30%, con lo que nuestro rendimiento disminuye bruscamente y la efectividad del entrenamiento o los resultados de una competición se verán afectados notablemente.
  • Cuando el agua se reduce en nuestro organismo un 4%, también se disminuye nuestro volumen de sangre (perdemos agua), con lo que se reduce la presión arterial y nuestro corazón se ve obligado a trabajar más para compensar los efectos de la deshidratación, reduciendo nuestra capacidad de acción y afectando nuestro rendimiento de forma importante.
  • A medida que avanza la pérdida de líquidos en nuestro cuerpo, perdemos la capacidad de disipar el calor reduciendo sensiblemente la sudoración. Nuestra piel comienza a aumentar su temperatura, nos sentimos mucho más fatigados y nuestro rendimiento disminuye más y más.
  • Con una deshidratación de entre el 6% y el 8% en nuestro cuerpo, corremos el grave riesgo de sufrir un golpe de calor, dolorosos calambres o un síncope o pájara, entre otros graves síntomas. Nuestra temperatura corporal no puede regularse por sí sola y, siendo demasiado elevada, incluso nuestra vida se ve comprometida.

Como podemos ver, las consecuencias de una hidratación insuficiente son verdaderamente importantes y debemos evitarlas a toda costa. La ventaja es que podemos evitar todos estos efectos negativos simplemente incrementando (y no olvidando) la ingesta de líquidos durante nuestros entrenamientos veraniegos. Por ello, el agua siempre antes, durante y después de la bicicleta.

Visto en | Vitónica

Imagen | The Bleary-Eyed Father

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