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Los efectos del calor en nuestros entrenamientos en bicicleta. ¿Beber o refrescarnos?

Con la llegada inminente del verano y las temperaturas en considerable aumento, cualquiera que haya practicado ejercicio físico a altas...

Con la llegada inminente del verano y las temperaturas en considerable aumento, cualquiera que haya practicado ejercicio físico a altas temperaturas ya conoce los beneficios de sumergir la cabeza en una fuente de agua fresquita durante los entrenamientos en bicicleta y refrescarse de esta forma la piel, consiguiendo un considerable efecto recuperador sobre el organismo. Refrescarnos durante la práctica de ejercicio físico intenso es muy recomendable y, junto a una correcta hidratación, es la clave para lograr mantener el rendimiento durante nuestros entrenamientos en bicicleta.

Los efectos del calor en nuestros entrenamientos en bicicleta. ¿Beber o refrescarnos?

En el año 2005, un grupo de investigadores publicaron un estudio en el Journal of Applied Physiology sobre los efectos de la deshidratación en deportistas, con resultados muy esclarecedores. Los investigadores seleccionaron para el estudio dos grupos de deportistas y realizaron un test de rendimiento para conocer el estado físico de ambos grupos. Posteriormente, los deportistas fueron deshidratados en un 3% (deshidratación importante), y realizaron un segundo test de rendimiento físico en distintas condiciones ambientales para conocer los efectos del calor en ambos grupos de deportistas.

Uno de los grupos realizó el segundo test de rendimiento en una sala a temperatura de ambiente fría (2ºC), mientras que el otro grupo realizó el mismo test de rendimiento en una sala a temperatura media (20ºC). Los resultados no se hicieron esperar y demostraron que el grupo de deportistas que fue sometido a temperaturas frías no disminuyó el rendimiento físico durante el test, mientras que el grupo que realizó el test a temperatura media si demostró una disminución del rendimiento en los deportistas. El estudio demostró que la deshidratación afecta de forma diferente en el rendimiento en función de la temperatura ambiental.

Estos mismos investigadores han realizado diferentes estudios desde entonces para tratar de comprender los efectos de la deshidratación y su relación con la temperatura ambiental. En otro grupo de deportistas correctamente hidratados, pudieron observar como el aumento de la temperatura de la piel de 31ºC a 36ºC (sin aumento de la temperatura corporal) reducía considerablemente el rendimiento físico de los atletas. Al parecer, la redistribución del volumen de sangre corporal es el mecanismo responsable de esta reducción del rendimiento físico.

El aumento de la temperatura de la piel provoca una redistribución del volumen sanguíneo del centro hacia la periferia, aumentando el volumen de sangre presente en la piel. Nuestro sistema cardiovascular prioriza la llegada de sangre a la piel para lograr mantener la temperatura corporal, provocando una ligera reducción en el abastecimiento de las necesidades de nuestros músculos y una reducción del rendimiento, entrando en fatiga más rápidamente. Evidentemente, la deshidratación provoca además una reducción en nuestro volumen de sangre (perdemos agua), con lo que se agravan estos efectos negativos sobre nuestro rendimiento físico.

Otro estudio publicado en 2010 en el Journal of Applied Physiology confirma los efectos de la temperatura de la piel sobre el rendimiento de los deportistas. En dicho estudio, observaron el efecto de la temperatura de la piel en un grupo de atletas deshidratados. Los deportistas fueron sometidos a una prueba de esfuerzo a más de 29ºC, y se observó que un 4% de deshidratación (deshidratación severa) afecta muy negativamente al rendimiento físico, pero a su vez el rendimiento se reduce un 1,6% por cada grado que aumenta la temperatura en la piel.

Concluyendo, los efectos negativos de la deshidratación en los deportistas se incrementan con el aumento de la temperatura ambiental. La temperatura de la piel es uno de los elementos clave, y su calentamiento disminuye el rendimiento y acelera los efectos negativos de una insuficiente hidratación. Por ello, en nuestros entrenamientos en bicicleta debemos mantener nuestra piel fresca utilizando el agua para hidratarnos y refrescarnos la piel, además de evitar así que el agua de nuestro bidón se caliente excesivamente.

Visto en | My Best Challenge

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