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Plan de entrenamiento para mejorar la velocidad sobre la bicicleta en solo 4 semanas

La clave está en combinar sesiones de alta intensidad con trabajo de fuerza, resistencia y recuperación activa, optimizando cada semana para que el cuerpo asimile las mejoras.

Mejorar la velocidad sobre la bicicleta en tan solo un mes es posible si se sigue una planificación estructurada, con cargas de trabajo bien distribuidas y métricas claras para medir el progreso. La clave está en combinar sesiones de alta intensidad con trabajo de fuerza, resistencia y recuperación activa, optimizando cada semana para que el cuerpo asimile las mejoras.

Ciclista entrenando intervalos. Imagen: TodoMountainBike
Ciclista entrenando intervalos. Imagen: TodoMountainBike

Mejorar la velocidad: objetivos y métricas

El propósito principal es aumentar la velocidad media en recorridos habituales y mejorar la capacidad de mantener un esfuerzo alto durante más tiempo. Se recomienda registrar datos como velocidad media, potencia, cadencia y frecuencia cardíaca para evaluar la evolución semanal.

Semana 1: Base de intensidad controlada

Sesiones clave: 2 entrenamientos de intervalos cortos (por ejemplo, 10×1 minuto al 90% del esfuerzo máximo con 2 minutos de recuperación), 1 salida larga de resistencia moderada (2-3 horas).

Trabajo complementario: 2 sesiones de fuerza centradas en tren inferior y core.

Objetivo: adaptar el cuerpo a esfuerzos intensos y mejorar la economía de pedaleo.

Semana 2: Incremento progresivo de carga

Sesiones clave: 1 entrenamiento de sprints (8×20 segundos a máxima potencia), 1 sesión de intervalos medios (5×5 minutos al 85-90% de la FC máxima con 3 minutos de descanso), salida larga con cambios de ritmo.

Trabajo complementario: Core y movilidad para prevenir lesiones.

Objetivo: mejorar la tolerancia al lactato y la capacidad de recuperación entre esfuerzos.

Semana 3: Consolidación y máxima intensidad

Sesiones clave: 2 días de trabajo por potencia (intervalos de 3-4 minutos al 95-100% del FTP), 1 entrenamiento de sprints encadenados, 1 salida técnica en terreno variado.

Trabajo complementario: Gimnasio con énfasis en fuerza explosiva.

Objetivo: potenciar la capacidad anaeróbica y la fuerza aplicada al pedaleo.

Semana 4: Descarga y afinado final

Sesiones clave: Intervalos cortos de alta intensidad pero con menor volumen total, 1 salida larga relajada, 1 sesión técnica de cadencia alta.

Trabajo complementario: Estiramientos y rodillo suave para mantener la activación.

Objetivo: Permitir la supercompensación para alcanzar el pico de forma.

En lo referente a la nutrición, hay que priorizar una dieta rica en carbohidratos complejos, proteínas de calidad y adecuada hidratación antes, durante y después de los entrenamientos. También hay que dormir al menos 7-8 horas diarias para favorecer la recuperación muscular y, por último, comparar datos de la primera y última semana para comprobar las mejoras en velocidad y potencia.

Con disciplina y control de cargas, este plan de cuatro semanas puede suponer un salto significativo en el rendimiento, tanto para ciclistas de carretera como de montaña, y sentar las bases para seguir progresando en los meses posteriores.