Tadej Pogacar ha vuelto a estar en el foco de la actualidad ciclista mundial, esta vez tanto por sus palabras como por su actuación en la carretera. El líder del UAE Team Emirates firmó la cuarta posición en la contrarreloj del Campeonato del Mundo que se celebra en Kigali, donde Remco Evenepoel confirmó su condición de especialista alzándose con el maillot arcoíris en la disciplina.

El esloveno, gran favorito en la prueba de fondo, valora el ambiente africano
Más allá del resultado deportivo, Pogacar llamó la atención por unas declaraciones contundentes sobre la seguridad en las competiciones ciclistas. El doble ganador del Tour de Francia, que decidió no correr la última Vuelta a España, aseguró sentirse más seguro en África que en algunos países de Europa
. Sus palabras llegan después de que varias etapas de la ronda española se vieran interrumpidas por protestas propalestinas.
El esloveno explicó que su ausencia en La Vuelta fue fruto de una decisión conjunta con su equipo, orientada a garantizar una correcta recuperación tras un Tour especialmente exigente. La vacante en el conjunto emiratí fue cubierta por Juan Ayuso, que sigue consolidándose como una de las promesas más firmes del ciclismo internacional. Pogacar, no obstante, recordó que conserva recuerdos fantásticos
de la edición de 2019 y no descarta regresar en próximas temporadas.
En Ruanda, donde por primera vez se organiza un Mundial de Ciclismo, el corredor ha resaltado el ambiente positivo y la hospitalidad del público. La gente aquí es muy amable. Me siento seguro, mucho más que en algún país europeo
, declaró en una entrevista con el medio Sportklub. Unas palabras que han abierto debate dentro y fuera del pelotón, al salirse de la habitual prudencia con la que los profesionales abordan asuntos extradeportivos.
Sobre el circuito africano, Pogacar destacó su dureza: Es un trazado rápido, con muchos desniveles y apenas margen para recuperar el aliento. Hay que darlo todo en cada kilómetro
. La contrarreloj ya ha dejado clara la exigencia del recorrido y ahora el esloveno se centra en la prueba de fondo, donde aspira a escribir un capítulo histórico.
El gran objetivo de Pogacar es alcanzar el oro en la carrera en línea, un reto que, de lograrlo, le permitiría cerrar un campeonato memorable pese a no haber subido al podio en la contrarreloj. Su ambición se mide frente a Evenepoel, que ya ha mostrado su fortaleza en la lucha contra el crono, y frente a otros aspirantes que llegan con fuerzas renovadas a Kigali.