Aunque Sudáfrica es una de las regiones del planeta menos afectadas por la pandemia del coronavirus COVID-19, ello no quita que sus residentes sean inmunes. De hecho, el pasado miércoles 11 de marzo las autoridades sanitarias confirmaron el primer caso de infección en Ciudad del Cabo, sede de la famosa Absa Cape Epic que tiene cada vez más difícil seguir adelante con la edición de 2020.
Algunos de los equipos más potentes que iban a participar en la prueba sudafricana ya han anunciado que no estarán presentes en la carrera para ayudar a evitar la propagación del coronavirus de Wuhan. Formaciones como el Specialized Racing, el Ghost Factory Racing, el MMR Factory Racing, el Orbea Factory, el Trek Pirelli MTB o el Wilier 7c Force son solo algunos de los muchos equipos que han decidido cancelar su participación siguiendo las recomendaciones oficiales para la prevención del contagio.
Pese a la fuga de grandes equipos y a la confirmación de un afectado por la COVID-19 en Ciudad del Cabo, la organización de la Absa Cape Epic se mantiene firme en su decisión de seguir adelante con la celebración de la prueba. Si bien es cierto que las autoridades de la región no han tomado ninguna medida extraordinaria que obligue a cancelar este tipo de eventos, la lógica invita a seguir los pasos de lo que está haciendo más de medio planeta y posponer la carrera a una fecha donde el virus esté contenido o desaparecido.
Sin tener en cuenta los aspectos más importantes como la prevención de la enfermedad y la seguridad de las personas, la organización de la Absa Cape Epic debería anunciar la cancelación de la prueba ya, tanto por ética como por solidaridad con los grandes equipos y corredores que han renunciado a participar para protegerse ellos mismos y a los demás de un posible contagio por coronavirus. Sí que se trata de la prueba por etapas más importante del calendario, pero salvar una sola vida está por encima de todo lo demás.