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Rusia, excluida de las competiciones internacionales durante cuatro años por dopaje de estado

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha excluido a Rusia de las competiciones internacionales, incluyendo los próximos JJ.OO de Tokio, los Juegos de Invierno de Pekín, los Campeonatos del Mundo o el Mundial de Qatar, en un castigo sin precedentes.

Las sanciones por dopaje no son algo nuevo, y de hecho cada poco tiempo aparecen noticias en las que se informa que cierto atleta ha sido sancionado por ello. Lo que no es tan común es que, en lugar de un deportista, sea un país entero el que sea sancionado tal y como le ha sucedido a Rusia; tras recibir la mayor sanción en la historia del deporte, no podrá participar en ninguna competición internacional durante los próximos cuatro años.

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha excluido a Rusia de las competiciones internacionales, incluyendo los próximos JJ.OO de Tokio, los Juegos de Invierno de Pekín, los Campeonatos del Mundo o el Mundial de Qatar, en un castigo sin precedentes. La sanción se ha hecho efectiva después de que la AMA, tras recibir miles de controles antidopaje por parte de la RUSADA (Agencia Antidopaje Rusa), haya concluido que dichos datos se encuentran manipulados por la propia agencia rusa, dando lugar a lo que se ha denominado dopaje de estado.

En TodoMountainBike: Rusia, excluida de las competiciones internacionales durante cuatro años por dopaje de estado
Bandera de Rusia.

Según expone la AMA, desde la RUSADA se eliminaron unas y se alteraron otras muestras para obstaculizar el trabajo de los investigadores. Este escándalo tuvo su origen en 2016 cuando Grigory Rodchenko, entonces responsable del laboratorio antidopaje de Sochi durante los Juegos de Invierno de 2014, huyó a Estados Unidos tras destapar a través del informe McLaren el dopaje de estado de su país con la influencia directa del Ministerio de Deportes ruso.

Este informe desveló una trama institucionalizada entre 2011 y 2015 mediante la cual, con la intervención de organismos nacionales como la RUSADA, el Ministerio de Deportes, e incluso el KGB, miles de muestras de dopaje tomadas a deportistas rusos, fueron manipuladas y limpiadas para evitar positivos. Netflix también publicó un interesante reportaje titulado Ícaro en el que un ciclista estadounidense investiga el dopaje en los deportes y registra los cambios en su rendimiento, entablando amistad con expertos rusos para desvelar un programa planificado de dopaje en los Juegos Olímpicos de Sochi.

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Cartel de la película Ícaro.

Con esta sanción, ningún deportista ruso podrá participar en competiciones nacionales durante los próximos cuatro años a no ser que puedan demostrar que no están implicados en los programas de dopaje descritos en el informe McLaren o que sus muestras no han sido falsificadas. En este caso, si podrán formar parte de las competiciones, aunque bajo una bandera neutral que en ningún caso representará a Rusia.

En lo que a ciclistas se refiere, Anton Sintsov, corredor del Primaflor-Mondraker-Rotor y vigente campeón ruso de XCO, es uno de los grandes perjudicados por esta sanción. En el ciclismo de ruta, su compatriota Pavel Sivakov del Team Ineos también puede verse envuelto en problemas, con Anastasiia Chursina (carretera), Kristina Ilina e Irina Kalentyeva (MTB) como féminas más perjudicadas por la trama rusa de dopaje.

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