Equipamiento

Cómo alargar la vida de unas gafas de ciclismo

Los principales problemas y daños provocados en cualquier tipo de gafas siempre suelen estar relacionados por un mal uso del usuario.

Las gafas diseñadas para ciclistas tienen como objetivo la función de, además de mejorar la visión bajo los rayos del sol, proteger los ojos de todo tipo de elementos peligrosos (véase polvo, mosquitos, ramas, piedras y más). En el mercado se pueden encontrar todo tipo de modelos de gafas de distintas características, algunas con lentes fotocromáticas, otras con lentes polarizadas y muchas más con lentes intercambiables de todos los colores.

En TodoMountainBike: Cómo alargar la vida de unas gafas de ciclismo
Gafas de ciclismo. Foto: Abdou Moussaoui

A pesar de esta amplia variedad y características diferentes, todos los modelos de gafas para ciclistas tienen una cosa en común: requieren de cierto cuidado para mantenerse en perfecto estado. Los principales problemas y daños provocados en cualquier tipo de gafas siempre suelen estar relacionados por un mal uso del usuario, ya sea por simple desconocimiento o por unos hábitos de uso nada aconsejables.

A la hora de cuidar unas gafas deportivas, y más teniendo en cuenta que éstas suelen tener un precio bastante elevado, hay que tener bien presente una serie de consejos que ayudarán a mantener las gafas como el primer día y alargar su vida útil:

  • Nunca limpiar las gafas mientras se pedalea: uno de los hábitos más extendidos en el mundo del ciclismo es el de, mientras se rueda, agarrar las gafas y limpiarlas directamente con el maillot o la camiseta. Las gafas, que probablemente estarán cubiertas de polvo y tierra, quedarán más o menos limpias, pero también se rayarán y con el paso del tiempo perderán nitidez de visión.
  • Limpiarlas en seco: la mejor manera de limpiar unas gafas siempre es con la gamuza incluida con las mismas o, en su defecto, con una gamuza especialmente destinada a la limpieza de este tipo de productos. Por supuesto, a la hora de limpiar unas gafas en seco, el cristal siempre deberá estar completamente libre de polvo y otros elementos adheridos. En caso contrario, sólo se conseguirá deteriorar la lente.
  • Limpieza con agua y jabón: si las gafas presentan salpicaduras de barro incrustadas en las lentes, la mejor forma de limpiarlas es situándolas bajo un chorro de agua. Una vez desprendida la suciedad, se puede proceder a lavarlas con un poco de jabón neutro u otro producto específico para gafas y después secarlas con una gamuza de algodón. Nunca hay que utilizar productos abrasivos ni detergentes no indicados, ya que de lo contrario se estropeará el recubrimiento de las lentes y se perderá nitidez de visión.
  • No dejar las gafas cerca de una fuente de calor: dejar las gafas en el interior de un coche aparcado a pleno sol también suele ser uno de los hábitos más recurrentes de un buen número de ciclistas. El calor excesivo deteriora y deforma las gafas, por lo que hay que evitar exponer las gafas a ambientes extremadamente calurosos y/o fuentes de calor.
  • Sujetar las gafas por la patilla: otra mala costumbre muy extendida es la de sujetar las gafas por sus lentes en lugar de por la patilla. A la hora de ponerse o quitarse las gafas, se debe tener la precaución de agarrarlas siempre por sus patillas y con las dos manos, ya que de lo contrario se corre el riesgo de ensuciar las lentes con los dedos o, lo que es peor, rayarlas con los guantes o deformarlas por uno de sus lados.
  • Guardar las gafas a buen recaudo: cuando ya no se tiene la necesidad de utilizar las gafas, siempre hay que plegarlas y guardarlas en su funda. De este modo, se evita que se ensucien, se minimiza el riesgo de accidentes ante una caída inoportuna y se alarga su vida útil durante mucho más tiempo.

Lo último

Más en Equipamiento