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Gafas fotocromáticas de ciclismo. ¿Qué son y cómo funcionan?

Todo lo que hay que saber sobre las gafas fotocromáticas, provistas de un tipo de lente capaz de adaptar su opacidad según las condiciones lumínicas.

Todos los que salimos a pedalear con nuestra bicicleta de montaña solemos llevar entre nuestro equipamiento unas gafas que nos protejan del sol, del aire, y de posibles meteoritos (véase insectos, tierra, piedrecitas y demás) que tienden a incrustarse en las cuencas oculares con pasmosa facilidad. En la actualidad, las gafas fotocromáticas se están imponiendo en el mundillo del Mountain Bike como accesorio principal para la protección de los ojos.

¿Qué son unas gafas fotocromáticas?

Lógicamente, son gafas deportivas de protección para nuestros sensibles ojitos. Estas gafas montan lentes fotocromáticas, generalmente de policarbonato o similar, que cambian de color según la luz incidente sobre la lente. Es decir, que cuanta más luz incide sobre la lente más se oscurece e, inversamente, a menos luz más se aclara.

Con este tipo de gafas, podemos pedalear por un tramo de bosque en el que la sombra de los árboles reduce la luz y las gafas se tornan casi transparentes, mientras que al salir del bosque y pedalear nuevamente bajo un sol infernal, las gafas se oscurecen mágicamente otra vez. Alta tecnología apoyada sobre nuestras orejas, ¿verdad?

Gafas fotocromáticas de ciclismo. ¿Qué son y cómo funcionan?

¿Cómo funcionan unas gafas fotocromáticas?

Básicamente, a una lentes de policarbonato o material similar anti-rotura, se les aplica una película de cloruro de cobre o cloruro de plata. Cuando la luz solar incide sobre esta película de cloruro, los iones de cobre o plata se unen o separan según sea el tipo de luz incidente oscureciendo o aclarando la lente. De esta manera, este tipo de gafas se adapta a la luz ambiente y nos ofrece siempre una visibilidad idónea para la práctica de nuestro deporte favorito, sin tener necesidad de ir cambiando de lentes o de gafas por el camino.

Como todo en esta vida, la calidad de las gafas fotocromáticas determina su buen funcionamiento. Unas gafas de calidad ofrecen un rendimiento mucho más alto que otras de precio más económico. De la calidad de los componentes usados en su construcción de las gafas depende en gran medida la satisfacción del usuario final.

¿Cómo elijo una buenas gafas fotocromáticas?

Lo primero, saber que no son precisamente baratas. Nuestro presupuesto nos dirá finalmente que tipo de gafas vamos a comprar, pero no está de más tener en cuenta lo siguiente:

  • Velocidad de cambio de tonalidad: es la rapidez con la que reaccionan los lentes a los cambios de luminosidad. A más velocidad, mejor tipo de lentes.
  • Garantía de tiempo de uso: la película de cloruro fotocromática va perdiendo capacidad de reacción con el paso del tiempo. Cuanto más tiempo efectivo de uso, mejor calidad de lente.
  • El rango de uso fotocromático: si las gafas responden bien en condiciones de poca o mucha luz, son de calidad. Cuanto más extrema sea la condición de luz que la lente soporta, mayor calidad del compuesto fotocromático.
  • Resistencia de la lente: muy importante en cualquier tipo de gafas que usemos. Deben ser resistentes a las rayas y, sobre todo, no astillarse en mil trocitos en caso de rotura.
  • Comodidad y ligereza: si unas gafas son ligeras y cómodas, no notaremos que las llevamos puestas. De otra manera, corremos el riesgo de acabar con las orejas enganchadas a los pedales de la bicicleta.
Gafas fotocromáticas de ciclismo. ¿Qué son y cómo funcionan?

La mayoría de fabricantes relacionados con las bicicletas de montaña poseen en su catálogo este tipo de gafas. Catlike, Spiuk, Transition, Oakley y Eassun, entre otras, son algunas de las marcas más representativas que se pueden encontrar en el mercado.