El mercado de las gafas para ciclismo lleva años marcado por precios elevados, incluso en gamas medias. Por suerte, las KAPVOE K335 se presentan como una de las propuestas más económicas dentro del segmento de las gafas fotocromáticas, con un precio en oferta que ronda los 15 euros y unas especificaciones que, sobre el papel, cubren las necesidades básicas de los ciclistas que entrenan en exteriores.

Una solución sencilla para entrenamientos con cambios de luz
El principal argumento de las KAPVOE K335 está en su lente fotocromática, capaz de adaptarse automáticamente a las variaciones de luz ambiental. La transmisión visual oscila entre el 15% y el 85%, lo que permite pasar de una lente prácticamente transparente a un tono gris oscuro cuando el sol incide con mayor intensidad. Este comportamiento resulta especialmente útil en salidas de ciclismo en las que se alternan zonas abiertas y tramos sombríos, habituales tanto en carretera como en Mountain Bike.
El ajuste dinámico del oscurecimiento busca mantener un nivel de luminosidad constante, reduciendo la fatiga visual sin necesidad de cambiar de gafas o lentes intercambiables. No se trata de un sistema pensado para competición de alto nivel, pero sí para entrenamientos regulares y salidas recreativas.

En el apartado de comodidad, las gafas incorporan una almohadilla nasal ajustable fabricada en goma blanda. Este elemento permite adaptar el apoyo al puente de la nariz y mejorar la estabilidad durante esfuerzos prolongados, incluso en terrenos irregulares o sesiones intensas de MTB. Las patillas cuentan con zonas antideslizantes, un detalle básico pero necesario para evitar desplazamientos con el sudor.
Las lentes están fabricadas en policarbonato, un material habitual en gafas deportivas por su resistencia a impactos y su bajo peso. A ello se suma un tratamiento UV400 que garantiza una protección UV del 100%, bloqueando las radiaciones perjudiciales para la vista durante exposiciones prolongadas al sol.

La montura utiliza material TR90, conocido por combinar flexibilidad y ligereza. El conjunto declara un peso aproximado de 30 gramos, una cifra contenida que encaja bien con el uso en ciclismo, donde el exceso de peso en la cabeza termina pasando factura en rutas largas. Otro aspecto a tener en cuenta es la ventilación de las lentes. El diseño incluye aberturas destinadas a favorecer el flujo de aire y reducir la acumulación de calor y vaho, un problema frecuente en climas cálidos o durante ascensos prolongados a baja velocidad.
Aunque el fabricante presenta estas gafas como un producto polivalente para múltiples deportes, su orientación principal encaja claramente en el ciclismo y el MTB, donde la combinación de lente fotocromática, bajo peso y ajuste sencillo resulta más relevante que los acabados premium.

Con un precio medio en torno a los 33 € y una oferta habitual que las sitúa por debajo de los 20 €, las KAPVOE K335 se posicionan como una opción de entrada para ciclistas que buscan gafas fotocromáticas para ciclismo sin realizar una gran inversión. No compiten en calidad óptica con modelos de gama alta, pero sí cubren las funciones esenciales que muchos usuarios demandan para entrenar a diario.