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Llevar ropa interior bajo el culotte, un mal hábito que todo ciclista debería dejar de hacer

Muchos ciclistas hacen uso de ropa interior debajo del culotte. En este artículo, los motivos por los que este hábito es contraproducente y totalmente innecesario.

En el mundo del ciclismo, ya sea de montaña o de carretera, muchos son los ciclistas que todavía se ponen ropa interior debajo del culotte por motivos que solo ellos conocen. Lo cierto es que este hábito va completamente en contra de la finalidad para la que está diseñada la badana del culotte, que no es otra que favorecer la comodidad y rendimiento del ciclista y prevenir la aparición de bacterias y malos olores derivados del sudor. Situar una capa de ropa (véase calzoncillos o bragas) entre la badana del culotte y la piel del ciclista es contraproducente y totalmente innecesario.

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El culotte Assos XC Collection para mujer.

Culotte y ropa interior, una mala combinación

El culotte es una prenda técnica para ciclistas compuesta por dos elementos indivisibles: el culotte propiamente dicho, y la badana. Esta última es la encargada de proteger las zonas más sensibles de cualquier deportista y está diseñada única y exclusivamente para ser utilizada en contacto directo con la piel, sin ropa interior de por medio. La función de la badana es sumamente importante: por un lado, previene roces e irritaciones a la par que aporta la comodidad necesaria para rodar durante varias horas encima de una bicicleta; por otro lado, previene la proliferación de bacterias, hongos y otros indeseables elementos, además de evitar la aparición de malos olores.

Tanto el culotte como su badana están fabricados con tejidos técnicos especiales que han sido desarrollados para funcionar como una segunda piel. Gracias a estos avanzados materiales de la industria textil deportiva, la gran mayoría de prendas técnicas favorecen el rendimiento del ciclista a través de distintos mecanismos (transpiración, compresión muscular, aerodinámica, etc) y proporcionan a la piel una óptima protección frente a elementos agresivos como los rayos UV del sol, roces leves o picaduras de insectos, entre otras cosas.

Llevar ropa interior bajo un culotte es un mal hábito que va en contra de las funciones para las que la prenda ha sido diseñada. Con unos calzoncillos o bragas entre el culotte y la piel, se pierden todas las ventajas que tanto culotte como badana ofrecen al ciclista, además de abrir la puerta a numerosos problemas derivados: roces por costuras y pliegues, proliferación de bacterias y hongos por la acumulación de sudor y, mal olor, muy mal olor.

En el caso de las mujeres y los períodos de menstruación, en el mercado existen culottes especiales diseñados exclusivamente para esos días del mes en los que, dependiendo de la mujer, un tampón higiénico puede resultar insuficiente. De una manera o de otra, culotte y ropa interior no son, ni serán, una buena combinación.

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