Probablemente más de un ciclista conoce a un amigo o compañero de pedales que tiene las mismas zapatillas desde hace muchos años sin síntomas aparentes de desgaste. La creencia popular es que determinadas marcas, modelos y gamas ofrecen un calzado muy duradero, y aunque es cierto en parte, los cuidados que el ciclista hace a sus zapatillas son los verdaderos responsables de que duren más o menos tiempo.
Trucos para cuidar las zapatillas de ciclismo
Como en cualquier cosa, mantener ciertos hábitos hará que las zapatillas de ciclismo se mantengan en buena forma durante años. Esto es especialmente importante en los tiempos que corren hoy en día, con unas subidas de precio que afectan a todo tipo de productos y que, por tanto, escuecen en el bolsillo de la gran mayoría.
¿Cómo se puede alargar la vida útil del calzado? Siguiendo cinco sencillos consejos que, al tomarlos como hábitos, lograrán mantener las zapatillas siempre perfectas:
- El primer truco es utilizar un paño húmedo después de cada salida para eliminar el polvo y la suciedad que hayan podido quedar pegados en las zapatillas. Así se evita que esta suciedad se acumule y termine por quedar pegada, con el consiguiente problema para poder retirarla.
- Retirar la plantilla, los cordones (en caso de que los haya) y aflojar las hebillas o cierres rotatorios si las zapatillas están sucias de barro después de una salida es otro truco infalible para poder limpiar las zapatillas de forma perfecta.
- Para limpiarlas en profundidad, lo mejor es introducir las zapatillas en un cubo de agua mezclada con un jabón apto para las mismas o un lavavajillas suave. Hay que evitar el agua a presión, algo muy común que suele hacer muchos ciclistas, ya que de este modo se daña el material del calzado.
- A la hora de eliminar la suciedad, los mejor es frotar las zapatillas suavemente con un cepillo blando, por ejemplo un cepillo de dientes viejo, para limpiar las partes más difíciles de alcanzar. También se pueden emplear cepillos eléctricos, siempre con un cabezas de puntas suaves que no dañe la superficie del calzado.
- El último truco es tener siempre en cuenta que las zapatillas de ciclismo nunca se deben meter en una secadora o dejarlas secar cerca de una fuente de calor. Para secarlas de forma correcta, lo mejor es introducir papel de periódico dentro de las mismas y esperar a que desaparezca la humedad.