Dakine, el conocido fabricante de ropa y accesorios deportivos, se ha visto seriamente afectado por las crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus COVID-19. Tal es así que la marca ha decidido cerrar sus instalaciones de Hood River, en Oregón (Estados Unidos), para trasladar su sede principal al sur de California, una operación que puede terminar con el despido de 39 trabajadores.
La actual crisis sanitaria, y la correspondiente orden de permanencia en casa de Oregón fueron imprevistas circunstancias comerciales, y han hecho que sea financieramente inviable que la empresa continúe operando
, explicó el director de recursos humanos de Dakine, Raeanne Norberg, en una carta dirigida a las autoridades del estado.
Fundada en Hawai en 1979, Dakine se trasladó a Hood River en 1986, donde se convirtió en una de las marcas emblemáticas de Oregón dentro del segmento de la ropa y accesorios para actividades al aire libre. La gama de productos ofrecida por el fabricante incluye mochilas, bolsos y bolsas de viaje, ropa, accesorios deportivos y equipos de MTB, esquí, windsurf y snowboard.
Haremos la transición de las operaciones y de un número de empleados a nuestra sede global en el sur de California. Esta transición se hará por fases y según sea apropiado, comunicaremos el tiempo, los puntos de contacto y los próximos pasos. No prevemos ninguna otra interrupción del negocio o de sus operaciones a lo largo de la transición
, puntualizan los responsables de Dakine.
