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¿Son buenas las bebidas energéticas antes, durante o después de una competición? El ACSM dice que no

El American College of Sports Medicine (ACSM) advierte sobre los peligros del consumo generalizado de bebidas energéticas y las reacciones adversas potenciales que pueden tener a largo plazo.

El American College of Sports Medicine (ACSM) ha publicado una interesante declaración oficial acerca de los peligros asociados al consumo excesivo y generalizado de bebidas energéticas tipo Red Bull y similares. Según el ACSM, los niveles excesivos de cafeína presentes en las bebidas energéticas pueden tener efectos adversos en los sistemas cardiovascular, neurológico, gastrointestinal, renal y endocrino, así como desencadenar síntomas psiquiátricos, y no son recomendables antes/durante/después de un ejercicio extenuante independientemente del nivel de salud y condición física.

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El peligro de las bebidas energéticas

Como expone el artículo publicado por el Colegio Americano de la Medicina en el Deporte, las bebidas energéticas son bebidas con un alto contenido en cafeína que además suele venir acompañada de un buen número de vitaminas, minerales, aminoácidos y mezclas herbales. Cuando se utilizan con seguridad y moderación, las bebidas energéticas pueden tener efectos a corto plazo que mejoran el rendimiento pero, también, muchas otras reacciones adversas potenciales que pueden tener efectos a largo plazo. Para John Higgins, cardiólogo del ACSM, los peligros asociados a las bebidas energéticas pueden ser prevenidos siguiendo cuatro consejos clave:

Proteger a los menores en situación de riesgo: los niños y adolescentes corren un riesgo particularmente alto de sufrir complicaciones por el consumo de bebidas energéticas debido a un menor tamaño corporal y a la falta de información en lo que respecta a la cafeína y a los patrones de consumo potencialmente pesados y frecuentes, así como a las cantidades de cafeína. Es necesario reforzar y difundir ampliamente el mensaje de que estas bebidas no están destinadas a los niños.

Dejar de hacer publicidad dirigida a los grupos de riesgo, especialmente a menores: la publicidad no debe atraer a las poblaciones vulnerables. Actualmente, los fabricantes de bebidas energéticas hacen publicidad en sitios web, medios sociales y canales de televisión que son visibles tanto para niños como para adolescentes. No debe permitirse la publicidad de bebidas energéticas en eventos deportivos y de cualquier otro tipo en los que participen niños, niñas y adolescentes.

No consumir bebidas energéticas antes, durante o después de actividades extenuantes: hasta que se dispongan de datos adecuados sobre seguridad y eficacia, las bebidas energéticas deben evitarse. Algunas de las muertes supuestamente debidas a las bebidas energéticas se han producido cuando una persona consumía bebidas energéticas antes y/o después de realizar alguna actividad física extenuante.

Más educación y datos acerca de las bebidas energéticas: es necesario invertir en sensibilización y recursos educativos que pongan de relieve los posibles efectos adversos y el uso seguro de las bebidas energéticas. Se debería informar a los consumidores de forma clara y concisa sobre las diferencias entre los refrescos con cafeína, el café, las bebidas deportivas y las bebidas energéticas. La educación sobre las bebidas energéticas también debería ser una prioridad en los planes de estudio escolares relacionados con la nutrición, la salud y el bienestar.

Más información | ACSM

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