En el mundo del ciclismo profesional y amateur, contar con un vehículo de apoyo bien equipado puede marcar la diferencia durante una competición. Skoda, marca históricamente vinculada a las bicicletas desde sus inicios en 1895, acaba de presentar el que probablemente sea el coche de ensueño para cualquier aficionado a las dos ruedas: el Skoda L&K 130, una creación única desarrollada por 28 estudiantes en el marco de la décima edición del tradicional Coche de los Estudiantes.

Este proyecto, nacido en 2014 y consolidado como un referente dentro de la marca checa, ha dado lugar en esta ocasión a un prototipo pensado expresamente para las carreras ciclistas. Utilizando como base un Skoda Superb Combi, los estudiantes han transformado el modelo familiar en un sofisticado vehículo de asistencia que destaca tanto por su carácter innovador como por sus credenciales ecológicas, al equipar la etiqueta Cero de la DGT gracias a su sistema híbrido enchufable.
Un coche adaptado al ciclismo de alto nivel
El Skoda L&K 130 incorpora múltiples soluciones prácticas pensadas para las necesidades reales de un equipo ciclista. Entre las modificaciones más llamativas se encuentra una zona de carga extensible similar a la de una pick-up, diseñada para transportar bicicletas de repuesto de forma segura y eficiente. Este espacio, fruto de la reconfiguración del techo y los pilares traseros del vehículo, permite la extensión automática de la plataforma de carga mediante un exclusivo mecanismo de cremallera y piñón, facilitando la entrega rápida de bicicletas durante una carrera.

El habitáculo, decorado en los icónicos colores rojo, blanco, dorado y negro (un guiño a los orígenes de la marca), emplea materiales reciclados en los asientos deportivos y los paneles. Destaca el bordado conmemorativo 130 years en las fundas, un detalle que refuerza la conexión entre el legado histórico de Skoda y su presente ligado al ciclismo.
Para responder a las exigencias de las carreras actuales, el prototipo incorpora una segunda pantalla en el salpicadero destinada al copiloto, en la que se visualizan datos en tiempo real útiles para los ciclistas. La conectividad permanente a Internet garantiza el acceso a información actualizada durante toda la prueba. Además, una radio integrada facilita la comunicación entre los miembros del equipo técnico.

Otras innovaciones incluyen una nevera en el lugar del asiento trasero izquierdo, ideal para transportar agua o bebidas energéticas, y una red de almacenamiento bajo el techo pensada para guardar material como barritas, geles o vendajes. El técnico situado en el asiento trasero derecho dispone, asimismo, de su propia pantalla de información.
La motorización del Skoda L&K 130 se basa en la versión híbrida enchufable del Superb Combi iV. El sistema combina un motor de gasolina 1.5 TSI con un propulsor eléctrico para alcanzar una potencia conjunta de 204 CV, junto a una batería de 25,7 kWh que proporciona una autonomía eléctrica suficiente para afrontar una jornada completa de competición. Así, el coche puede circular por cualquier zona restringida sin limitaciones y respetando el medio ambiente.

Pese a las peticiones de numerosos aficionados y equipos, el Skoda L&K 130 no llegará a producción y se mantendrá como prototipo. No obstante, quienes asistan a la 112ª edición del Tour de Francia, del 5 al 27 de julio de 2025, podrán admirar esta obra de ingeniería y pasión ciclista en directo, donde ejercerá de embajador del compromiso de Skoda con el ciclismo y la innovación.