Mecánica

Gastos ocultos del ciclismo: mantenimiento, recambios y revisiones que no cuentan al comprar

Son los gastos asociados al mantenimiento, los recambios y las revisiones periódicas que exige una bicicleta para seguir funcionando con seguridad y eficiencia.

A la hora de comprar una bicicleta, especialmente una de gama media o alta, muchos ciclistas se centran exclusivamente en el precio de compra. Sin embargo, lo que rara vez se comunica, y que con frecuencia se descubre cuando ya es tarde, son los gastos asociados al mantenimiento, los recambios y las revisiones periódicas que exige una bicicleta para seguir funcionando con seguridad y eficiencia. Esos costes ocultos pueden llegar a representar una cifra significativa al cabo del año.

Mantenimiento de bicicleta. Imagen: TodoMountainBike
Mantenimiento de bicicleta. Imagen: TodoMountainBike

El ciclismo y sus costes invisibles

Las transmisiones, los frenos, las ruedas y la suspensión son los principales focos de desgaste en una bicicleta. Elementos como la cadena, los piñones y los platos necesitan ser sustituidos con regularidad, especialmente si se rueda en condiciones exigentes o con frecuencia. Una cadena de calidad media puede superar los 30 euros, mientras que un cassette de gama alta fácilmente ronda los 100 euros o más. Si a esto se le suman discos de freno, pastillas y neumáticos, el desembolso anual puede dispararse.

Otro aspecto poco considerado es la mano de obra. Aunque algunos aficionados prefieren realizar las tareas básicas por su cuenta, no todos disponen de los conocimientos ni de las herramientas necesarias. En ese caso, las revisiones en un taller especializado (que deberían realizarse al menos una vez al año o cada 3.000 kilómetros) implican costes que oscilan entre los 40 y los 100 euros por servicio, según la complejidad.

El mantenimiento de suspensiones, tanto delanteras como traseras, también conlleva gastos no menores. Los fabricantes recomiendan revisiones internas cada 50 a 100 horas de uso, lo que en términos prácticos se traduce en un mantenimiento cada 3 a 6 meses para quienes salen o compiten regularmente. Esta operación suele requerir el envío del componente a un servicio técnico autorizado, con un coste que puede superar los 150 euros si se incluyen recambios y aceites.

Tampoco deben olvidarse consumibles como lubricantes, productos de limpieza, herramientas específicas o el coste energético de mantener una bicicleta eléctrica, si se trata de una e-MTB. Todos estos factores suman, aunque muchas veces no se contabilicen como parte del presupuesto ciclista inicial.

Por último, existe un factor intangible pero crucial: el tiempo. El ciclista no solo invierte dinero, sino también dedicación para inspeccionar, limpiar y mantener la bicicleta en condiciones óptimas. Descuidar este aspecto puede acarrear averías más caras o incluso accidentes por fallos mecánicos.

Conocer y prever estos costes es fundamental para tomar decisiones de compra informadas y planificar con realismo la práctica del ciclismo. Más allá del precio de salida, una bicicleta representa un compromiso de mantenimiento continuo que exige responsabilidad, previsión y cierta inversión anual.