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Bosch SX frente a CX: el duelo que define el tipo de e-MTB que cada ciclista necesita

Ambos comparten la calidad técnica que distingue a la firma alemana, pero se dirigen a públicos con necesidades bien diferenciadas.

La evolución de las bicicletas eléctricas de montaña (e-MTB) ha alcanzado un punto en el que la elección del motor no es solo una cuestión de potencia, sino de personalidad y necesidades. Bosch, una de las marcas más influyentes del sector, ofrece actualmente dos soluciones con características muy diferentes: el sistema ligero SX y el más potente CX. Ambos comparten la calidad técnica que distingue a la firma alemana, pero se dirigen a públicos con necesidades bien diferenciadas.

Bosch SX versus Bosch CX. Imagen: Mondraker TV
Bosch SX versus Bosch CX. Imagen: Mondraker TV

Potencia y control versus agilidad y ligereza

El Bosch Performance Line SX representa la apuesta por un concepto más cercano al ciclismo tradicional. Su bajo peso, que ronda los 2 kg, convierte a este sistema en el más adecuado para quienes priorizan una conducción ágil y natural, sin renunciar a una ayuda eléctrica eficaz. Está especialmente pensado para bicicletas eléctricas ligeras, con un comportamiento que imita más fielmente el pedaleo convencional.

El SX ofrece hasta 55 Nm de par motor y está orientado a ciclistas que buscan esfuerzo físico real, pero con un apoyo discreto que les permita alargar rutas o mejorar el ritmo en zonas técnicas sin llegar a sentir una asistencia invasiva.

Por su parte, el Bosch Performance Line CX sigue siendo la referencia para quienes buscan potencia y control en todo tipo de terrenos. Con sus 85 Nm de par motor y una respuesta contundente incluso en las subidas más exigentes, el CX está diseñado para bicicletas más robustas, con una orientación clara hacia el uso en montaña intensa.

Este sistema es ideal para quienes priorizan el rendimiento por encima del peso o la naturalidad del pedaleo, ya sea para superar obstáculos complejos, mantener una cadencia alta en ascensos técnicos o afrontar rutas de alta montaña sin desfallecer.

Más allá de las cifras, lo que diferencia a ambos motores es su carácter. Mientras el CX impone su potencia desde el primer golpe de pedal, el SX invita a una gestión más cuidadosa de la asistencia, favoreciendo el manejo en senderos estrechos, subidas reviradas o bajadas técnicas donde el peso se convierte en un factor clave. En términos de autonomía, ambos sistemas dependen del tamaño de la batería que se elija, aunque el menor consumo del SX permite estirar más los kilómetros en configuraciones de batería compacta.

El entorno en el que se va a utilizar la bicicleta es también determinante. Para un uso más polivalente, en el que se combine pista, sendero y tramos urbanos o cicloturistas, el SX puede ser más eficiente y disfrutable. En cambio, para quienes exprimen al máximo cada salida por terreno montañoso, con subidas prolongadas, descensos agresivos y necesidad de respuesta inmediata, el CX sigue siendo imbatible.

La decisión final no debe basarse únicamente en los datos técnicos. Es fundamental tener en cuenta el estilo de conducción, la forma física, el tipo de rutas habituales y la importancia que el usuario da al peso total de la bicicleta. Una e-MTB con sistema SX puede rondar los 18 kg, mientras que con CX supera fácilmente los 22 kg, una diferencia que influye notablemente en el transporte, la maniobrabilidad y la sensación general al rodar sin asistencia.