El tercer gran reto que Tomi Misser tenía previsto cumplir a lo largo de 2019 ha tenido mucho que ver con el ciclismo de montaña a gran altitud, concretamente a 5.895 metros sobre el nivel del mar. El biker del Orbea Factory Team ha viajado hasta el Kilimanjaro, una montaña situada en el noreste de Tanzania, para poner a prueba su resistencia física y su nivel técnico montando sobre una Orbea Occam en las condiciones más extremas.
Jornadas interminables de porteo, nieve, temperaturas bajo cero, niebla. Misser se ha enfrentado a las condiciones más duras para vivir de primera mano el lado menos amable del esfuerzo, cuando surgen las dudas y las fuerzas comienzan a flaquear. Pero abandonar nunca ha sido una opción para el ciclista catalán que, literalmente hablando, ha tocado la cima en un año repleto de éxitos.