Los ciclistas, al igual que el resto de conductores, circulan por la vía pública a los mandos de una bicicleta, considerada a todos los efectos como un vehículo. Pese a ser considerado un vehículo, una bicicleta ocupa muy poco espacio en la carretera y es mucho menos visible que cualquier otro, siendo responsabilidad del ciclista hacerse ver mediante todos los medios posibles (véase luces diurnas, ropa de colores llamativos, etc). Todo y así, cualquier medida es poca cuando entra en escena un conductor imprudente cuya percepción del tráfico se reduce únicamente a vehículos grandes y pesados de cuatro o más ruedas y no es capaz de distinguir cualquier otro elemento fuera de este equivocado concepto de circulación. Precaución en la carretera, ciclistas.
La vulnerabilidad (e invisibilidad) de los ciclistas en la carretera, resumida en un brutal atropello
Vídeo del brutal atropello de un ciclista en un cruce de carretera a manos de un conductor imprudente y ciego a partes iguales.
Abel Ruiz