Puesto que los robos de bicicletas están a la orden del día y representan probablemente la máxima preocupación de cualquier ciclista a la hora de sacar su bicicleta a la temida jungla urbana, nada mejor que conocer los distintos métodos de robo de los amigos de lo ajeno. En esta ocasión, un despreocupado mangante (con carro de herramientas incluido) intenta cortar un eficaz candado colocado en una bicicleta aparcada en la calle. Aprovechando la oscuridad de la noche, el ladrón actúa impunemente, permitiéndose incluso fumarse un cigarrillo sin sospechar que la cámara de un vecino de la zona está capturando su fechoría y, por supuesto, que dicho vecino está avisando a la policía. Así se pilla 'in fraganti' a un despreocupado ladrón de bicicletas...
