El legado, la presión competitiva y la evolución del Downhill convergen en Must Be Nice, un nuevo documental ya disponible en Red Bull TV y en el canal de YouTube de Red Bull Bike. La pieza reconstruye, con estética noventera y tono retrospectivo, la trayectoria de Loïc Bruni en un deporte que ha cambiado de forma radical en tres décadas, pero que continúa alimentándose de las figuras que han marcado su historia.

Un retrato de la grandeza en un deporte cada vez más exigente
El filme se adentra en el recorrido deportivo de Bruni, cinco veces campeón del mundo, para contextualizar un desafío que sigue pendiente: alcanzar el registro de títulos generales de Nico Vouilloz y Aaron Gwin, ambos con cinco Copas del Mundo de Descenso. El francés suma ya cuatro generales (2019, 2021, 2023 y 2024), una cifra que le mantiene en la élite, pero que aún le deja a un paso de esa marca histórica.
La producción recupera testimonios de Gwin, que reconoce sentir una mezcla de incomodidad y admiración ante la posibilidad de que Bruni iguale su récord. También incorpora la mirada de Vouilloz para reconstruir los primeros años del Descenso, cuando las bicis estrechas, las geometrías extremas y el material limitado convivían con un entusiasmo que impulsó la popularidad inicial del MTB. El documental subraya esa dualidad: una época menos depurada en lo técnico, pero decisiva para el espíritu del deporte.
Bruni destaca en varias intervenciones que la grandeza no procede únicamente de los títulos, sino del impacto y la autenticidad que cada corredor deja en el camino. En este punto, la figura de Vouilloz aparece como referencia inevitable: un pionero capaz de transformar el Descenso sin renunciar a su identidad competitiva. Bruni afirma que mantiene esa filosofía como parte esencial de su carrera (y como motor para seguir progresando en un calendario cada vez más selectivo).
La cinta también aborda la temporada 2025, marcada por el pulso entre Bruni y Jackson Goldstone. El canadiense firmó un año histórico al adjudicarse tanto la Copa del Mundo como el Mundial, un doblete inédito para su país. Ese duelo generacional ofrece a Must Be Nice un contraste entre experiencia y juventud que refleja la dimensión actual del Descenso: un deporte afinado al milímetro en el que cada detalle cuenta.
Bruni reconoce que su fortaleza hoy radica en la experiencia acumulada durante años de éxitos y contratiempos, una visión que espera aplicar a las próximas temporadas para mantener el ritmo frente a los nuevos talentos. Aun así, deja claro que su objetivo no es vivir esclavo de los resultados. Aspira a seguir disfrutando, competir sin presión desmedida y aceptar cada temporada como una oportunidad de crecimiento. Si iguala a Vouilloz y Gwin, explica, será un motivo de orgullo; si no lo consigue, valora igualmente el camino recorrido.
El documental, ya disponible, ofrece una mirada amplia al presente y pasado del Descenso, con Bruni como hilo conductor de una historia que combina ambición deportiva, evolución técnica y un homenaje a un deporte que no deja de avanzar.