Si somos de esas personas que no pueden pasar sin una tostada para el desayuno, es más que probable que nunca nos hayamos parado a pensar en la inmensa potencia que se necesita para dorar el sabroso pan. La electricidad es una de esas cosas invisibles del día a día a la que no prestamos mayor importancia, aunque gracias a ella podemos llevar a cabo acciones tan simples como preparar un par de tostadas. ¿Un ejemplo muy gráfico? El ciclista alemán Robert Förstemann, especialista en pista y famoso por tener las piernas más fuertes y musculosas del ciclismo actual, tostando pan mediante la potencia generada únicamente por sus monstruosas extremidades.
