Campagnolo atraviesa un momento crítico que marca un punto de inflexión para su histórica sede de Vicenza. La dirección ha comunicado un plan de ajuste que contempla la supresión de unos 120 puestos de trabajo, una cifra que representa alrededor del 40% de su plantilla local. La medida llega tras varios ejercicios con resultados negativos y una situación de liquidez que compromete la continuidad del proyecto en su configuración actual.

Un plan de reestructuración para frenar la caída
La compañía italiana ha explicado a entidades financieras y agentes institucionales que el trienio 2023-2025 ha acumulado pérdidas superiores a los 24 millones de euros. El retroceso del mercado tras el auge ciclista de la pandemia ha dejado al sector con un exceso de stock, menores márgenes y una presión financiera que afecta directamente a fabricantes tradicionales como Campagnolo.
A pesar de contar con financiación adicional desde finales de 2024, la firma reconoce que la tesorería disponible no permite sostener la estructura actual. El ajuste planteado implicaría mantener la producción en Vicenza con un equipo reducido y reforzar el apoyo en su planta de Rumanía para equilibrar costes.
El proceso de reestructuración ha sido presentado tanto a bancos como a potenciales socios industriales en busca de apoyo para su plan de recuperación. Sindicatos y autoridades locales han solicitado más información, conscientes del impacto laboral y simbólico que supone cualquier recorte en una empresa considerada un referente histórico en la provincia.
El anuncio llega en un año marcado por un notable impulso tecnológico. Campagnolo ha regresado al WorldTour con Cofidis, ha lanzado el grupo Super Record Wireless de 13 velocidades para carretera y gravel, y trabaja en un sistema inalámbrico más asequible que ampliaría su presencia en el mercado.
La dirección sostiene que el relanzamiento de la firma exige revisar costes en todos los niveles y avanzar en un desarrollo de producto que ya está en marcha. El plan financiero preparado para entidades e inversores busca revertir la tendencia negativa y asegurar la continuidad de la actividad industrial en Vicenza, aunque con una estructura más contenida.
El futuro de la plantilla dependerá de la capacidad de la empresa para completar esta reestructuración sin comprometer sus proyectos deportivos y tecnológicos. Con una competencia creciente y un mercado todavía ajustándose al escenario pospandemia, Campagnolo encara un proceso decisivo para su sostenibilidad a medio plazo.