La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha anunciado la suspensión provisional del corredor portugués António Carvalho Ferreira por supuestas irregularidades detectadas en su pasaporte biológico. Según el comunicado del organismo, las anomalías se registraron en los años 2018, 2023 y 2024, y su caso será evaluado conforme a las normas antidopaje vigentes.

El ciclista portugués afronta una investigación por valores anómalos detectados entre 2018 y 2024
La medida se enmarca dentro del programa de control biológico que la UCI aplica a todos los deportistas profesionales, con el objetivo de detectar posibles infracciones sin necesidad de hallar directamente sustancias prohibidas en los análisis tradicionales. En este caso, los valores sanguíneos del ciclista habrían mostrado alteraciones fuera de los parámetros normales durante varias temporadas, lo que motivó la apertura de un procedimiento disciplinario.
El pasaporte biológico es un sistema individual de seguimiento en el que se registran los resultados de todas las pruebas de un deportista a lo largo del tiempo. Este registro permite a los expertos identificar variaciones anómalas en los indicadores hematológicos o endocrinos que puedan sugerir prácticas dopantes, incluso sin la detección directa de una sustancia concreta.
La investigación está siendo llevada a cabo por la Agencia Internacional de Controles (ITA), la entidad independiente encargada de la gestión del programa antidopaje de la UCI. El proceso cuenta además con la colaboración de la Unidad de Gestión del Pasaporte del Deportista (APMU) de Lausana, asociada al laboratorio acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
La UCI ha señalado que no realizará más declaraciones hasta que concluyan los procedimientos correspondientes. De confirmarse una infracción, el corredor podría enfrentarse a una sanción que incluiría la anulación de resultados y un periodo de suspensión que, dependiendo de la gravedad del caso, podría prolongarse hasta varios años.
António Carvalho, de 35 años, ha competido durante su carrera en varios equipos del pelotón portugués, participando en pruebas destacadas del calendario nacional e internacional. Su suspensión se produce en un momento especialmente sensible para el ciclismo luso, que en los últimos años ha vivido varios casos similares relacionados con el pasaporte biológico.