La segunda ronda de la Copa del Mundo de XCO de 2019 disputada en Nove Mesto ha sido el escenario elegido por la sueca Jenny Rissveds para su regreso a la competición de alto nivel. La que fuera corredora estrella del SCOTT-SRAM MTB Racing y medalla de oro en los JJ.OO. de Río 2016 llevaba más de dos años alejada del mundo de la competición por problemas de salud mental, y todo parece indicar que para 2019 su recuperación es casi un hecho consolidado.
Jenny Rissveds perdió a sus dos abuelos coincidiendo con el arranque de la Copa del Mundo de XCO de 2017. A este drama familiar se sumó la presión de ser campeona olímpica y deportista de élite, así como ciertas desavenencias con la Federación Sueca de Ciclismo y un obvio bajón de rendimiento. Todos estos problemas colapsaron la capacidad física y mental de Rissveds hasta el punto de que decidió tomarse un período indefinido de recuperación con solo 23 años de edad, en plena cima de su carrera.

La campeona sueca decidió sincerarse a través de las redes sociales explicando de forma detallada el infierno que vivió durante los últimos tres años. Rissveds no solo sufrió una profunda depresión, también un grave desorden alimenticio que además ocultó desde antes incluso de caer enferma: "Entrenaba a horas extremas y solía fijarme retos como cuántos días podía estar sin comer. De alguna manera sabía que mi obsesión por la comida y mi cuerpo estaban conectados con mi depresión".
En la actualidad, Jenny Rissveds parece haber encontrado el camino hacia su total recuperación, tal y como demostró en el último Campeonato de Suecia de XCO logrando proclamarse vencedora y con su reciente regreso a la Copa del Mundo de XCO celebrada este fin de semana en Nove Mesto: "Mi principal objetivo esta vez no es ganar todas estas carreras, sino inspirar a los jóvenes para que se mantengan activos, para que siempre vuelvan a lo que les gusta hacer y sepan que, mientras sean ellos mismos, han llegado lo suficientemente lejos".