El ciclismo vuelve a enfrentarse a un caso de dopaje en plena temporada. La UCI ha confirmado que el corredor italiano Martti Sciortino cumplirá un periodo de 18 meses de suspensión después de detectarse metabolitos de Dehidroclormetiltestosterona (DHCMT) y de Stanozolol en un control realizado durante la BMX Swiss Challenge Cup del 24 de mayo de 2025. La muestra positiva activa uno de los procedimientos más contundentes del Código Mundial Antidopaje y de las normas internas del organismo internacional.

Sanción en firme y resolución bajo aceptación de consecuencias
Según detalla la federación internacional, la inhabilitación arrancó el 20 de junio de 2025 y se extenderá hasta el 19 de diciembre de 2026. El proceso se ha cerrado mediante la denominada aceptación de consecuencias, un mecanismo previsto por la normativa que permite acelerar la resolución cuando el deportista asume los hechos y renuncia a continuar con el procedimiento disciplinario.
Pese al cierre administrativo, la decisión todavía puede ser recurrida por la Organización Nacional Antidopaje de Italia o por la Agencia Mundial Antidopaje, que cuentan con la capacidad de revisar el expediente y solicitar una revisión del fallo si lo consideran necesario.
La UCI ha comunicado que no hará declaraciones adicionales sobre el caso. El organismo mantiene una política de máxima discreción en estos procesos, especialmente cuando las vías de recurso siguen abiertas y aún pueden producirse movimientos legales.
Desde 2021, el programa antidopaje del ciclismo está delegado en la International Testing Agency (ITA), aunque la UCI conserva la gestión de resultados y la instrucción de sanciones. La unidad específica de ciclismo de la ITA coordina los controles en todas las disciplinas, un modelo que busca reforzar la independencia y transparencia del sistema. El acuerdo entre ambas entidades establece que la ITA opera con autonomía plena en el ámbito de los controles.
El positivo de Sciortino incluye sustancias prohibidas clasificadas como esteroides anabolizantes (categoría S1.1), utilizadas históricamente para aumentar el rendimiento y la capacidad de recuperación. Tanto la DHCMT como el Stanozolol figuran en la Lista de Prohibiciones de la Agencia Mundial Antidopaje, que la UCI adopta íntegramente en su reglamento.
El BMX, como parte del ciclismo competitivo, ha incrementado su vigilancia en los últimos años. La mezcla de intensidad explosiva, técnica y cargas cortas pero muy exigentes coloca esta disciplina entre las más sensibles dentro del programa antidopaje. El caso Sciortino se suma a una serie de actuaciones recientes que buscan mantener este deporte dentro de los estándares de control marcados por el entorno olímpico.