El eslovaco Peter Sagan, Campeón del Mundo de ciclismo en ruta y uno de los ciclistas más emblemáticos del momento, ha sido uno de los protagonistas de la prueba olímpica XCO de Río. Sagan optó por competir en la prueba de Mountain Bike tras ceder su plaza olímpica de carretera, sabedor de que tenía muy pocas opciones a alzarse con la medalla en la disciplina de asfalto. Lo que no sabía es que la ¿mala suerte? iba a cebarse con él en la prueba de XCO, dando por truncada cualquier opción al triunfo.
A pesar de los problemas mecánicos sufridos, Peter Sagan ha sido una de las grandes sorpresas de la carrera olímpica. El eslovaco salió de la parrilla de salida en última posición para, apenas un kilómetro después, situarse entre los tres primeros corredores, a la sombra del todopoderoso Nino Schurter: "Así es la bicicleta de montaña, los problemas técnicos pueden surgir y retrasar a cualquiera. Empecé bien, pero dos pinchazos arruinaron mi carrera. Creo que no sería capaz de estar al frente con los mejores pilotos de hoy, pero tal vez podría conseguir una mejor posición.".
¿Qué hubiera pasado con Peter Sagan en caso de no sufrir ningún problema mecánico? Es una incógnita, pero el eslovaco demostró claramente que tiene madera de campeón. Rodando en el grupo de cabeza, el eslovaco sufrió un primer pinchazo muy lejos de la zona técnica, quedando relegado nuevamente a las últimas posiciones. No se rindió y consiguió remontar hasta la decimoprimera posición, pero un segundo pinchazo remató cualquier posibilidad de éxito en la carrera.
Probablemente, 2016 ha sido un mal año para tomar parte de una prueba en la que Nino Schurter, el Campeón del Mundo de la modalidad, se encuentra en el mejor momento de su carrera, sin olvidar a grandes favoritos como Kulhavý, Coloma, Marotte, Absalon o Fontana, entre otros. A pesar de ello, Sagan ha demostrado que no es un rival fácil, y sólo el tiempo dirá si volveremos a verlo compitiendo en Cross Country Olímpico. Las apuestas quedan abiertas...
