Ronja Blöchlinger fue la corredora Sub-23 más destacada de la pasada temporada, logrando proclamarse campeona de la Copa del Mundo por partida doble en las modalidades de XCO y de Short Track. Sin embargo, parece que la presión de competir al más alto nivel, sumado a todo lo que ello conlleva para una persona joven que todavía está estudiando, le ha pasado factura a nivel mental.
La propia corredora ha anunciado en las redes sociales que debido a ello, no estará presente en las primeras rondas de la Copa del Mundo de 2024 ni en las las rondas de marzo de la Copa Suiza de MTB para poder concentrarse plenamente en su recuperación.
Ser deportista profesional, estudiar ciencias del deporte, gestionar y organizar toda mi vida y todas mis citas, viajar mucho, cocinar varias veces al día, pasar tiempo con las personas que amo... Todo esto necesita mucha energía cerebral. Y aunque me gustan todas las cosas que hago (excepto ir de compras), fue demasiado para mi cabeza
, explica Ronja Blöchlinger en las redes sociales.
Ronja Blöchlinger es otra víctima de lo que conlleva convertirse en un deportista de élite, algo que suena muy bien pero que no todas las personas saben gestionar de forma adecuada. Los deportistas jóvenes se enfrentan a una presión considerable para tener éxito. A menudo están sujetos a un intenso entrenamiento, expectativas elevadas y una gran atención por parte de los medios de comunicación, el público y las marcas que los patrocinan.
Esta presión puede tener un impacto significativo en su salud mental, lo que puede conducir a una variedad de problemas entre los que se encuentran como más comunes la ansiedad, la depresión, trastornos alimentarios, trastorno del sueño y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
