Shimano amplía su ecosistema GRX con la serie RX717, una propuesta pensada para extender el cambio electrónico Di2 a montajes Gravel de 1x12 velocidades con un planteamiento más accesible dentro de la gama.

Un GRX Di2 más popular sin renunciar al enfoque todoterreno
El núcleo del lanzamiento es el cambio trasero RD-RX717, un desviador inalámbrico de perfil bajo inspirado en soluciones de MTB, con placa protectora, batería resguardada y función de Recuperación Automática de Impactos para volver a su posición tras un golpe.
Shimano plantea el sistema con cassette 10-51T de 12 velocidades, una combinación orientada a rutas largas y terreno variable, donde el rango de desarrollo marca diferencias cuando se encadenan pistas rotas, rampas y tramos rodadores.

En el apartado de mandos, la serie incluye la maneta derecha GRX ST-RX715-R Di2 (DUAL CONTROL) con freno hidráulico, concebida para configuraciones 1x12. La marca subraya el ajuste de alcance y el uso de pilas CR1632 con una duración estimada de 3.5 a 4 años.
Para el lado izquierdo, Shimano ofrece dos alternativas de maneta solo de freno: BL-RS717 con estética y ergonomía GRX, o BL-RS717-LS con marca Shimano, pensada para usuarios que ya montan manetas Di2 de carretera compatibles y buscan una opción más económica manteniendo tacto y forma.

La compatibilidad es otro de los argumentos del RX717: el sistema inalámbrico se integra con el ecosistema Di2 de 12 velocidades de la firma (incluyendo gamas de carretera y MTB compatibles), y se gestiona desde E-TUBE PROJECT Cyclist para personalizar botones, ritmo de cambio y actualizaciones de firmware.
En lo práctico, el RD-RX717 utiliza una batería extraíble y recargable compartida con otros grupos Di2 recientes de Shimano, lo que facilita rotaciones entre bicicletas para las personas que alternan montajes o compiten con más de una máquina. La autonomía declarada se mueve entre 700 y 1.000 km, en función de las condiciones.

Con esta serie, Shimano refuerza su mensaje de que el Gravel no va de exclusividad: más opciones, más configuraciones y un escalón de entrada al Di2 que busca atraer a los ciclistas que priorizan fiabilidad y precisión en escenarios donde el barro, las vibraciones y los impactos suelen castigar la transmisión.