Las fugas lentas en los neumáticos tubelizados de bicicleta pueden deberse a varias causas, y pueden hacer que los ciclistas tengan la impresión de que van a pinchar en cualquier momento. Por otro lado, el líquido sellante no es eterno y suele necesitar una nueva dosis al cabo de un tiempo, algo que crea riesgos adicionales como pueden ser la rotura del talón del neumático y el enorme desastre que provoca el derramamiento del líquido y su posterior secado.
La adición de líquido sellante a través del núcleo de la válvula es una solución poco efectiva, más que nada porque el orificio de paso es muy pequeño y tiende a atarscarse muy fácilmente. Desmontar parcialmente el neumático para renovar el sellador viejo es la opción más utilizada, pero puede comprometer el correcto sellado del asiento del talón de la cubierta.
La marca e*thirteen quiere eliminar los problemas asociados al mantenimiento del Tubeless con sus nuevas válvulas Quick Fill Plasma. Estas válvulas presentan un cuerpo de dos piezas y el vástago está sobredimensionado para ofrecer un mayor flujo de aire y de líquido sellante, todo ello sin necesidad de herramientas. El cuerpo inferior de la válvula es lo suficientemente grande como para que la boquilla de la botella de sellante quepa directamente dentro, lo que resulta en instalaciones y renovaciones sin complicaciones.
El uso de la válvula Quick Fill Plasma de e*thirteen es tan sencillo como desenroscar la parte superior del cuerpo, introducir en el cuerpo inferior la boquilla del envase del líquido sellante para aplicar la cantidad necesaria, volver a roscar la parte superior del cuerpo de la válvula e inflar a la presión necesaria, sin salpicaduras ni riesgos de atascos o fugas.
Las válvulas Quick Fill Plasma están mecanizadas en aluminio y son compatibles también con sistemas mousse. Llegan al mercado en tres colores anodizados (negro, naranja y violeta) y dos longitudes (16-24 mm y 23-31 mm), con un precio recomendado de 25,50€ por juego.
