La nueva Ravemen FR1000 llega al mercado con el objetivo de ofrecer una iluminación más eficiente para los ciclistas que circulan al anochecer o de madrugada. Con un haz de 1.000 lúmenes reales y un diseño compacto que integra luz y soporte para ciclocomputador en una sola pieza, esta propuesta busca optimizar el espacio en el manillar y mejorar la experiencia de uso en cualquier tipo de salida.

Un diseño práctico que combina iluminación y soporte
El cuerpo principal de la FR1000 destaca por su estructura integrada. El faro y el soporte para ciclocomputador forman una unidad sólida que permite liberar espacio en la zona central del manillar, algo que muchos ciclistas valoran para mantener una vista despejada. El cabezal ofrece un ajuste de entre 0 y 30 grados, pensado para adaptar el haz según el tipo de ruta o la velocidad de circulación.

La compatibilidad es otro de los puntos fuertes. Funciona de serie con dispositivos Garmin, pero incluye adaptadores para Wahoo y Bryton, además de un kit específico para cámaras de acción. Esta versatilidad permite montar la luz junto al ciclocomputador o añadir una cámara sin aumentar el volumen en el manillar.

En lo referente a iluminación, la FR1000 emplea una lente que reparte el haz de forma uniforme, pensada para evitar deslumbramientos y mejorar la percepción del entorno. Incorpora cinco niveles de brillo para ajustarse a circulación urbana, pistas forestales o descensos nocturnos. Para el día, el modo de destello pulsado de 500 lúmenes aumenta la visibilidad ante vehículos y peatones.

Uno de los elementos más prácticos es el sistema de encendido y apagado automático. Al detectar dos minutos sin movimiento, la luz se apaga para ahorrar batería y se reactiva al iniciar la marcha, algo útil en zonas urbanas con paradas frecuentes o semáforos.

En materia de autonomía, Ravemen anuncia hasta 39 horas de uso según el modo empleado. El tiempo de carga es de 2,7 horas mediante USB-C. También puede actuar como batería externa para ciclocomputadores y teléfonos, aunque esta función requiere conectar primero el dispositivo y después el faro para activar la transferencia de energía. El indicador luminoso del cuerpo muestra tres niveles: verde (entre 40% y 100%), rojo (entre 5% y 40%) y rojo intermitente (menos del 5%).

La FR1000 incorpora un botón de liberación rápida situado en la parte trasera. Con una pulsación de tres segundos, el faro se extrae del soporte para facilitar su carga o evitar robos en entornos urbanos. El cabezal de aluminio presenta ranuras de disipación que ayudan a mantener una temperatura estable durante salidas prolongadas. En cuanto a resistencia, la certificación IPX6 garantiza protección ante lluvia intensa y salpicaduras (siempre manteniendo el puerto de carga cubierto).

La Ravemen FR1000 tiene un precio de 74,99 €, lo que la sitúa como una opción competitiva en el segmento de luces potentes con integración para ciclocomputador. Su combinación de autonomía, versatilidad y diseño compacto la convierte en una herramienta interesante para los ciclistas que buscan mejorar la seguridad en sus desplazamientos nocturnos.