El Sigma ROX 2.0 se ha consolidado como una de las opciones más inteligentes para los ciclistas que desean un ciclocomputador GPS funcional y económico. Su diseño sencillo, combinado con una gran facilidad de uso, lo convierte en una herramienta perfecta para los deportistas que quieren seguir sus rutas y entrenamientos sin complicaciones técnicas ni gastos excesivos.

Un dispositivo compacto con funciones de navegación avanzadas y conectividad total
El dispositivo permite una navegación fluida gracias a la función Search & Go Navigation. Desde la aplicación Sigma RIDE, disponible para smartphone, se puede seleccionar una dirección o un punto en el mapa para generar rutas personalizadas. Además, es posible configurar las preferencias del recorrido, ya sea por carriles bici, caminos de tierra o senderos naturales.

Durante la marcha, el ciclocomputador ofrece indicaciones giro a giro con alertas visuales y acústicas, garantizando que el ciclista no pierda el rumbo. Si se produce una desviación, la ruta se recalcula de inmediato en conjunto con la aplicación móvil, asegurando una experiencia sin interrupciones.

Uno de los aspectos más valorados del ROX 2.0 es su instalación rápida y sin cables. No requiere sensores adicionales, ya que utiliza la tecnología GPS y GLONASS para fijar la posición en cuestión de segundos. Desde la app, el usuario puede personalizar hasta seis pantallas de datos, con dos parámetros en cada una, manteniendo la velocidad y la hora visibles de forma permanente.

Su pantalla de 2 pulgadas, de alto contraste y dígitos grandes, facilita la lectura incluso bajo la luz directa del sol. Un detalle visual llamativo es el Red Circle, un indicador circular que representa distintos valores del entrenamiento de forma gráfica y dinámica. Los ciclistas que utilizan bicicletas eléctricas encontrarán una integración completa, ya que el Sigma ROX 2.0 muestra el modo de asistencia activo, el nivel de batería y otros datos específicos del sistema.

En cuanto a su diseño, presenta un cuerpo compacto (44,2 x 65,9 x 17,8 mm) y un peso muy ligero de apenas 39 gramos. Ofrece hasta 18 horas de autonomía por carga y es compatible con sensores mediante las tecnologías ANT+ y Bluetooth Low Energy (BLE). Además, su certificación IPX7 lo protege frente al agua, el polvo y los pequeños impactos, por lo que es apto para cualquier condición meteorológica.

Gracias a todas estas características, el ROX 2.0 se perfila como una alternativa ideal para los ciclistas que buscan mejorar sus salidas sin renunciar a la sencillez ni a la fiabilidad. Es un compañero de ruta eficiente, asequible y preparado para acompañar cada pedalada sin complicaciones añadidas.