Un grupo de ciclistas de un club de Lugo ha denunciado recientemente ante la Policía la presencia de trampas en una pista rural de Santa María de Adai. Las trampas fueron descubiertas cuando los miembros del grupo, realizando una de sus habituales salidas en bicicleta por la zona, se vieron sorprendidos por varios reventones en uno de los tramos de la ruta. ¿La causa de los pinchazos? Un buen número de clavos colocados de forma estratégica para causar el mayor daño posible.
Según publica el diario El Progreso, los clavos estaban colocados de forma perpendicular al camino y clavados sobre la raíz de un árbol. Los denunciantes, por su parte, explican que "fueron puestos allí de forma intencionada con el aparente propósito de dañar las bicicletas o incluso causar caídas y lesiones a los ciclistas". Afortunadamente, los clavos no causaron ningún accidente grave salvo varios neumáticos pinchados.
La Policía ha confirmado que llevará a cabo investigaciones para determinar la autoría de unos hechos que llevan repitiéndose en Galicia desde hace ya muchos meses, con especial gravedad en la provincia de Pontevedra. Tal es así que incluso la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal, incluyó en la última Memoria de la Fiscalía General un apartado dirigido a la Fiscalía de Pontevedra instando a investigar y ejecutar acciones ante "comportamientos que comienzan a extenderse consistentes en crear obstáculos en la calzada para impedir a los ciclistas la circulación y el acceso a determinados lugares". Precaución en el monte, queridos ciclistas.