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Los cuatro errores que cometen los ciclistas novatos (y los otros cuatro que cometen los ciclistas veteranos)

Los ciclistas novatos tienden a cometer una serie de errores fruto de su inexperiencia, pero los veteranos también cometen otros por creerse sobrados de experiencia: un completo repaso a los errores de novatos y veteranos.

Ser un ciclista novato es una fase de aprendizaje obligatoria como en cualquier otro ámbito de la vida, ya sea el personal, el laboral o el deportivo. Se trata de un período en el que el ciclista aprende de errores propios y ajenos hasta conseguir llevar a buen puerto su propósito. Superada esta fase y tras acumular cierta experiencia, se logra el grado de ciclista veterano, fruto de las horas y horas de entrenamiento encima de la bicicleta y de la base de conocimientos adquirida. El problema es que, si bien los novatos cometen errores propios de su inexperiencia, los veteranos también cometen otros por creerse sobrados de experiencia.

En TodoMountainBike: Los cuatro errores que cometen los ciclistas novatos (y los otros cuatro que cometen los ciclistas veteranos)
Todos los ciclistas cometen errores, ya se trate de novatos o de veteranos.

Los errores de los ciclistas novatos

El error más generalizado de muchos de los que aspiran a convertirse en ciclistas regulares es el de sobrevalorar su capacidad física. El ciclismo es una de las actividades cardiovasculares por excelencia, capaz de poner a trabajar corazón y pulmones a pleno rendimiento en muy poco tiempo. Por este motivo, es necesario un período de adaptación y entrenamiento rodando de forma moderada para aumentar la resistencia física; algo que no todos los novatos hacen en unas primeras salidas que terminan siendo agotadoras e incluso dañinas según el nivel de intensidad alcanzado.

Otro gran error de muchos ciclistas novatos es salir a rodar sin el equipo adecuado (y necesario) para ello. Lanzarse al monte o la carretera sin lo necesario para arreglar cualquier posible problema mecánico (kit de reparación de pinchazos, bomba de aire, cartucho de CO2, multiherramienta, etc), sin suplementos alimenticios con los que reponer la energía perdida (bebida isotónica, geles o barritas), o sin una equipación específica (culotte con badana, maillot o camiseta de tejido técnico transpirable, chaqueta cortavientos, etc) da lugar a muchas situaciones incómodas que van desde un regreso a casa con la bici a cuestas hasta sufrir una pájara o hipotermia en mitad de ninguna parte.

Un error también muy común en ciclistas poco experimentados es una total falta de conocimientos acerca del ajuste de la bicicleta y sus componentes. Llevar el sillín a una altura demasiado baja es una escena habitual en novatos, por no mencionar ajustes algo más específicos como el SAG de las suspensiones o el ángulo de inclinación de la potencia, tija o sillín. Otro problema típico en novatos es el elegir una talla errónea de bicicleta o incluso un modelo de una modalidad distinta a lo que se pretende practicar, ambas cosas fruto de una compra apresurada y de dejarse llevar por lo que ven los ojos y no lo que realmente se va a necesitar.

El cuarto y último error de la gran mayoría de personas que se inician en el ciclismo tiene que ver con las presiones de los neumáticos. Los neumáticos son la única parte de la bicicleta que tiene contacto con el suelo y, de una correcta presión de los mismos, depende el comportamiento de la bicicleta y las posibilidades de pinchar en mitad de un trayecto. Siempre, antes de cada salida, hay que verificar la presión de los neumáticos, sin excepción.

Los errores de los ciclistas veteranos

Uno de los errores más comunes de todo ciclista veterano también tiene que ver con las presiones de los neumáticos, aunque en este caso porque normalmente tienden a ser demasiado bajas. Ya sea por gustos propios o por comprobar la presión de los neumáticos 'a mano', no son pocos los ciclistas experimentados que se han encontrado en mitad de ninguna parte con un neumático destalonado, rajado o pinchado a causa de una presión de aire insuficiente. Con experiencia o sin ella, comprobar la presión de aire con un manómetro y ajustarla según sea necesario es esencial, para novatos y para veteranos.

El cuerpo humano es algo así como una compleja máquina capaz de adaptarse a todo tipo de condiciones. En el ciclismo, el organismo se adapta al esfuerzo a base de entrenamiento, algo que la mente convierte en una sensación de fatiga menos acusada y en el retardo, o incluso desaparición según sea el tiempo de entrenamiento, de otras necesidades como la sed y el hambre. Los ciclistas experimentados suelen hidratarse mucho menos que los ciclistas noveles debido a esta falsa sensación, pese a que los requerimientos de líquido son esenciales para ambos. Una hidratación óptima, a razón de un trago de agua o bebida isotónica que llene la boca cada 5 minutos, es la práctica más aconsejable.

Gracias a la habilidad de cuerpo humano para adaptarse al esfuerzo a base de entrenamiento, una de las grandes ventajas de ser un ciclista veterano con muchas horas de pedales bajo los pies es que tanto rendimiento como resistencia permiten rodar sobre la bicicleta sin acumular demasiada fatiga. Esta sensación hace que muchos ciclistas experimentados entrenen y entrenen sin tener en cuenta períodos de descanso entre sesiones, provocando así un estado de sobreentrenamiento que, en lugar de beneficiar, frena la progresión del rendimiento.

Cuanto mayor es la experiencia encima de una bicicleta, mayor es el control sobre la misma y las habilidades del ciclista para afrontar todo tipo de dificultades. Esto lleva irremediablemente a un exceso de confianza que suele terminar en caídas por ir demasiado rápido o por no haber reconocido previamente el terreno, así como a ignorar elementos de seguridad y normas de tránsito (luces diurnas, saltarse semáforos, etc); unos hechos mucho más frecuentes en ciclistas veteranos que en los recién iniciados sobre los pedales.

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