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Las multas más frecuentes que la DGT impone a los ciclistas en España

Desde la DGT se insiste en la necesidad de que los ciclistas conozcan la normativa y actúen con responsabilidad, tanto por su propia seguridad como por la del resto de ciudadanos.

El uso de la bicicleta como medio de transporte y ocio continúa creciendo en España, impulsado por la concienciación medioambiental, los beneficios para la salud y las políticas de movilidad sostenible de muchas ciudades. Sin embargo, este auge también ha traído consigo un aumento en el número de sanciones impuestas a los ciclistas por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT), que ha intensificado la vigilancia y el control sobre este colectivo en los últimos años.

Control de velocidad. Imagen: Guardia Civil
Control de velocidad. Imagen: Guardia Civil

A pesar de que la bicicleta es un vehículo no motorizado, su circulación por las vías públicas está regulada por el mismo Reglamento General de Circulación que afecta al resto de usuarios. Esto implica la obligación de respetar las normas de tráfico, así como las sanciones derivadas de su incumplimiento. Desde la DGT se insiste en la necesidad de que los ciclistas conozcan la normativa y actúen con responsabilidad, tanto por su propia seguridad como por la del resto de ciudadanos.

Infracciones habituales de los ciclistas

Entre las infracciones más habituales destaca, en primer lugar, no detenerse ante un semáforo en rojo. Saltarse esta señal es una conducta sancionada con 200 euros de multa, ya que supone un riesgo evidente para la integridad del ciclista y del resto de personas que circulan por la vía, especialmente peatones y conductores de otros vehículos. Aunque en algunos núcleos urbanos pueda percibirse cierta permisividad, las autoridades insisten en que se trata de una infracción grave.

Otra acción que suele conllevar sanciones es circular por las aceras, una práctica prohibida salvo para los menores de edad siempre que se encuentren bajo la supervisión de un adulto. Las multas por transitar en bicicleta por la acera oscilan entre los 60 y los 10.000 euros, dependiendo de las circunstancias y del peligro generado. La normativa busca proteger el espacio reservado para los peatones y evitar situaciones de riesgo innecesarias.

También es común que los ciclistas crucen pasos de peatones sin desmontar de la bicicleta, algo que contraviene la normativa vigente. Para atravesar un paso de cebra, es obligatorio bajarse de la bicicleta y empujarla a pie. No hacerlo puede acarrear una multa de 200 euros. Esta norma, aunque desconocida por muchos, tiene como objetivo garantizar la seguridad en los cruces, donde la prioridad corresponde a los peatones.

El uso del teléfono móvil mientras se pedalea es otra infracción frecuente. Atender una llamada, consultar mensajes o realizar cualquier otra acción con el móvil mientras se está en movimiento supone una distracción que incrementa notablemente las posibilidades de sufrir o causar un accidente. Esta conducta está penalizada también con 200 euros de multa, al igual que ocurre con los conductores de vehículos a motor.

Finalmente, las maniobras temerarias sobre la bicicleta, catalogadas como conducción imprudente, se sitúan entre las sanciones más comunes. Aquí se incluyen acciones como realizar caballitos, soltar las manos del manillar, circular a gran velocidad por zonas urbanas o transitar en sentido contrario. Estas conductas, además de ser peligrosas, pueden comportar sanciones de hasta 500 euros.

La imposición de estas multas no responde únicamente a un afán recaudatorio, sino que forma parte de una estrategia global para mejorar la seguridad vial. La bicicleta es un vehículo vulnerable, y su uso responsable es fundamental para reducir la siniestralidad en las carreteras y calles españolas. La DGT continúa insistiendo en la necesidad de respetar las normas y fomentar una convivencia segura entre todos los usuarios de la vía pública.