La Orbea Monegros volvió a reunir a miles y miles de ciclistas en el Desierto Vivo de Europa para celebrar una vigésimo primera edición que estrenó varias novedades, destacando especialmente la Orbea Monegros Midnight Challenge, un reto de autosuficiencia en el que 50 ciclistas tuvieron la oportunidad de pedalear bajo la luz de la luna durante la noche del viernes, el día antes de los dos recorridos clásicos de la prueba.
Ya el sábado, se celebraron las multitudinarias marchas con las dos habituales distancias de la marcha: Maratón, con un recorrido de 117,7 km y un desnivel positivo acumulado de 1.149 metros; y Media Maratón, con un recorrido de 81.7 km con 815 metros de desnivel positivo acumulado.
La localidad de Sariñena, invadida por los 8.000 ciclistas que tomaron la salida entre ambas modalidades, recibió una vez más con los brazos abiertos a todos los aficionados que hasta allí se desplazaron para disfrutar de la aventura en un fin de semana épico que concluyó dejando el mejor sabor de boca posible.